ISLAMABAD.- Miles de comercios cerraron el lunes en Pakistán, acatando un llamamiento de los dirigentes musulmanes a una huelga general de protesta por el apoyo del Gobierno a los ataques encabezados por Estados Unidos a Afganistán.
No se pudo determinar de inmediato cuántos comerciantes apoyaron la huelga y cuántos cerraron por temor a las amenazas de los partidos islámicos extremistas, que en ocasiones los atacaron durante las manifestaciones recientes.
En Peshawar, varios grupos de manifestantes de escuelas religiosas se plantaron frente a negocios abiertos, gritando y amenazando hasta que cerraron sus puertas. Algunas tiendas bajaban sus cortinas metálicas a medias pero las cerraban completamente si se aproximaban los manifestantes.
En Quetta, una ciudad fronteriza con una alta proporción de afganos y partidarios del movimiento Talibán que gobierna en Afganistán, cerraron mercados y bazares. Lo mismo ocurrió en la ciudad sureña de Jacobabad, escenario el domingo de grandes manifestaciones antinorteamericanas cerca de la base aérea de Shahbaz, que es utilizada por personal norteamericano en apoyo del bombardeo a Afganistán.
Sin embargo, en Karachi, la ciudad principal del país, abrieron muchos comercios. Cinco manifestantes fueron heridos en choques esporádicos con la policía. En un incidente similar en Hyderabad, en el norte, un hombre fue baleado, informaron las autoridades.
En Lahore, el cierre fue parcial y un policía fue herido de una pedrada. Los comercios y empresas de la capital, Islamabad, hicieron caso omiso al llamamiento a la huelga.
La protesta también fue dirigida contra la visita que efectuará en el día el secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, según Maulana Samiul Haq, jefe del Consejo de Defensa Afgana, una coalición de 35 grupos islámicos que apoya a los talibán. Haq fue liberado el lunes de un arresto domiciliario que se le aplicó para impedirle organizar otras manifestaciones.
En Karachi, dos policías que custodiaban una mezquita shiíta fueron muertos anoche a balazos. Pero no quedó en claro si el hecho tuvo relación con las manifestaciones antinorteamericanas. En Karachi son frecuentes los hechos de violencia entre chiítas y sunitas, que integran dos ramas rivales del islamismo.