ISLAMABAD/NUEVA DELHI.- El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, pidió este martes a Pakistán y la India que pongan fin a la violencia en la región de Cachemira, donde se han reanudado los enfrentamientos con un saldo aún no determinado de víctimas.
Washington teme que la tensa situación en Cachemira, región fronteriza que se disputan los dos países, pueda desestabilizar a Pakistán, su aliado clave en la campaña militar contra los talibanes afganos.
Pero la India, molesta por el apoyo de Estados Unidos a su rival nuclear, reiteró sus intenciones de continuar sus "acciones punitivas" contra las infiltraciones paquistaníes en Cachemira.
Un funcionario indio dijo que los disparos esporádicos a través de la línea de control que divide a Cachemira continuaban este martes, ya que ambos lados habían ignorado el llamamiento al alto el fuego hecho por el Presidente estadounidense, George W. Bush.
Los enfrentamientos fronterizos del lunes entre los dos países fueron los más violentos en casi un año. Pakistán dijo que dos personas murieron y 25 fueron heridas cuando tropas de la India abrieron fuego.
Pero el gobierno indio replicó diciendo que ese fuego fue en respuesta a intrusiones de paquistaníes y señaló que 30 "intrusos" habían muerto.
Se esperaban medidas de represalia por parte de la India desde que 38 personas murieron en un atentado suicida el 1 de octubre contra la asamblea de Cachemira, un ataque del que Nueva Delhi culpa a un grupo paquistaní militante.
Powell trató el delicado tema de Cachemira con Pakistán y en la tarde del martes viajó a Nueva Delhi para tratar el tema con el gobierno indio, dijo un funcionario norteamericano.
En una conferencia de prensa en Pakistán, Powell enfatizó la necesidad de encontrar una solución basada en el respeto mutuo y "las aspiraciones de los habitantes de Cachemira" al conflicto, clave para las relaciones indo-paquistaníes.
Aunque un funcionario del Departamento de Estado dijo que no había cambios en la posición norteamericana, analistas señalaron que las declaraciones de Powell podrían irritar a la India, que responsabiliza de la insurgencia en Cachemira al "terrorismo fronterizo" de Pakistán.
Los lazos de Washington con la India, que insiste en que no debería haber mediación internacional en el conflicto, se han enfriado desde los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, ya que Nueva Delhi no ve con buenos ojos la mejora de las relaciones de Washington e Islamabad.
El ministro del Interior indio, L.K. Advani, dijo a la revista "Outlook" que era difícil para los indios entender porqué Washington había buscado la ayuda de Pakistán. "No pueden digerir (los indios) cómo un estado terrorista, que nos ha dado problemas durante una década, se ha convertido en el principal aliado de Estados Unidos en esta guerra contra el terrorismo", dijo.
Pakistán, por su parte, le echa la culpa del conflicto de Cachemira a la negativa india de poner en práctica una resolución de la ONU de 1948, que pedía la convocatoria de un referendo para que los habitantes de la región decidieran sobre su futuro.