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El mundo padece una "guerra psicológica" por el ántrax

La alarma afecta a todo el mundo: desde Australia y Nueva Zelanda, pasando por Filipinas, China o Japón, Rusia, Europa y toda América, una carta sin remite o un polvo sospechoso hace contener la respiración y temer al ántrax.

17 de Octubre de 2001 | 15:53 | EFE
WASHINGTON.- Estados Unidos ha confirmado hoy 13 casos de contagio de ántrax, pero todo el planeta sufre las consecuencias de una auténtica "guerra psicológica" que ha relegado a un segundo plano la contienda militar que se libra en Afganistán.

La última alerta saltó en las oficinas del gobernador de Nueva York, cuyos empleados están siendo medicados tras detectarse ántrax en las instalaciones, que han quedado cerradas hasta el lunes.

Hasta el mismo día fueron clausuradas las actividades de la Cámara de Representantes de EE.UU., en Washington, después de que el ántrax enviado en una carta al líder demócrata de la cámara alta, Tom Daschle, se propagara al sistema de ventilación del edificio, que comparte con el Senado.

El jefe de la Oficina de Seguridad del Territorio Nacional de EE.UU., Tom Ridge, proclamó que frenar la amenaza de bioterrorismo es ahora "la prioridad número uno".

Los hallazgos de ántrax se han producido en sedes gubernamentales y de medios de comunicación de Nueva York, Washington y Florida, donde una persona ha muerto y otra está en cuidados intensivos por esta enfermedad.

Antrax en el mundo

Pero la alarma afecta a todo el mundo: desde Australia y Nueva Zelanda, pasando por Filipinas, China o Japón, Rusia, Europa y toda América, una carta sin remite o un polvo sospechoso hace contener la respiración y temer al ántrax. Algunos bromistas contribuyen a la psicosis generalizada.

Un polvo blanco en un asiento obligó a un avión de Austrian Airlines a volver al aeropuerto de Viena, depósitos de agua en Portugal y Bélgica han sido analizados, varios países han reforzado sus sistemas de vigilancia y prevención sanitarias, y millones de cartas y paquetes se amontonan en servicios de correos donde ha aparecido algún envío considerado sospechoso.

Gobiernos como el de Londres ya han hecho llamamientos a la calma. El Primer Ministro Tony Blair pidió "mantener el sentido de la perspectiva" y dijo a su ciudadanía que "no hay indicios de ningún ataque específico contra el Reino Unido", tras una serie de falsas alarmas sobre posibles envíos de ántrax.

Las autoridades sanitarias británicas han destacado que es extremadamente difícil que un terrorista pueda transformar el ántrax en un arma de destrucción masiva.

En EE.UU., el FBI se ha quejado de las numerosas denuncias de ántrax que resultan ser bromas y que los distraen de sus investigaciones para determinar cómo esa bacteria apareció en Florida. El Presidente George W. Bush recordó a los bromistas que se enfrentan a 15 años de cárcel.

Parecida advertencia hizo en el Reino Unido el presidente de la Asociación de Inspectores de Policía, Kevin Morris.

También el Gobierno francés amenazó con perseguir judicialmente a los autores de falsas amenazas, después de que la llegada de sobres "sospechosos" que contenían talco, sosa o harina movilizaran a las fuerzas del orden y las unidades de descontaminación química en decenas de localidades y causaran evacuaciones de edificios y las hospitalización preventiva de decenas de personas.

En Polonia, son seis los "graciosos" detenidos que tendrán que hacer frente a la Justicia, mientras en Australia, que ha anunciado un endurecimiento de las penas por este delito hasta diez años de cárcel, la policía ha detenido a dos personas sospechosas de enviar un sobre con el remite "Osama Bin Laden" y que contenía polvo blanco.

La alerta ha llevado a EE.UU. a pedir a la empresa alemana "Bayer" que ceda la patente del medicamento para tratar el ántrax, el antibiótico "Cipro", recetado de forma preventiva en los casos sospechosos y cuya demanda se ha disparado en el país.

El Gobierno estadounidense cuenta actualmente con antibiótico para tratar a dos millones de personas durante 60 días.

El secretario de Salud, Tommy Thompson, anunció que pedirá al Congreso 600 millones de dólares para aumentar las reservas de "Cipro" y poder tratar a 12 millones de personas.

El consorcio farmacéutico anunció hoy que triplicará su producción de "Cipro" en los próximos tres meses para satisfacer la demanda norteamericana y añadió que no elevará su precio.

La empresa, que tiene la patente hasta el 2003, ha declinado comentar la posibilidad, sugerida antes que por Thompson por el senador estadounidense Charles Schumer, de que EE.UU. encargue la fabricación de un fármaco genérico más barato a laboratorios norteamericanos, indios o israelíes.
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