BASE TRAVIS DE LA FUERZA AEREA, EE.UU.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, partió el miércoles hacia la ciudad de Shanghai, en China, para asistir a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, dejando atrás un país atemorizado por los casos de carbunco.
El avión presidencial despegó de la base Travis de la Fuerza Aérea, en el estado de California, a las 17.00, hora local (21:00 GMT) para un vuelo de 13 horas hasta Shanghai.
Bush tiene previsto regresar el lunes a Washington, donde se extendía el temor de un ataque biológico tras confirmarse que una carta enviada a un senador contenía bacterias de ántrax.
También pruebas ambientales demostraron un resultado positivo de probable presencia de ántrax en el despacho del gobernador del estado de Nueva York, George Pataki, quien dijo a la prensa que posiblemente llegó en una carta el 25 de septiembre.
Hasta la fecha, unas 40 personas han dad positivo a la exposición de la bacteria, pero solamente tres personas, y posiblemente una cuarta, han sido infectadas, entre ellas un bebé de siete meses de Nueva York. Sólo se registró un muerto, en el estado e Florida.
Los casos no pudieron ser vinculados directamente, pero se sospecha que tendrían nexos con los ataques suicidas con aviones comerciales secuestrados que el 11 de septiembre destruyeron las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York y dañaron el Pentágono, en las afueras de Washington.
Poco antes de partir hacia China, Bush prometió a los estadounidenses hacer todo lo posible para proteger al país de los ataques biológicos e instó a la ciudadanía a mantenerse "fuertes, calmados y pacientes".
"Los estadounidenses lo saben: debemos actuar ahora. Debemos ser fuertes y decididos y debemos detener a los malvados para que nuestros hijos y nietos puedan vivir en paz, libertad y seguridad", dijo a un grupo de empresarios reunidos en la ciudad de Sacramento, California.
"Estamos respondiendo rápidamente para investigar los informes sobre carbunco y brindarles un tratamiento oportuno y adecuado a aquellos que hayan resultado expuestos", expresó Bush y agregó que miles de agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) se hallan trabajando en los casos.
El presidente agregó: "Los terroristas quieren impedir que vivamos nuestras vidas (...). Quieren que dejemos de volar y de comprar, pero esta nación no será intimidada por los malvados".
Bush dejó claro también que la actual operación militar estadounidense en Afganistán tiene como objetivo allanar el camino para la derrota de la milicia del movimiento Talibán que gobierna el país musulmán y protege al militante islámico Osama bin Laden, principal sospechoso de los ataques del mes pasado.
"Estamos allanando el camino para que tropas de nuestros amigos derroten al Talibán y destruyan a los parásitos de Al Kaidah (el grupo que comanda bin Laden), que el Talibán acoge y protege", agregó.