BUENOS AIRES.- El Presidente Fernando de la Rúa regresó el miércoles de una breve visita a España y ratificó su confianza en el controversial ministro de Economía Domingo Cavallo, cuyo relevo piden tanto la oposición peronista como los sectores mayoritarios de su propia coalición Alianza.
De la Rúa afirmó, asimismo, que "no hay una fecha, ni una hora" para dar a conocer la reorganización de su gabinete, esperada con expectativa luego del contraste que sufrió su gobierno en las elecciones legislativas del pasado domingo.
El Presidente, que el lunes viajó a Valladolid al Congreso de la Lengua Española, respondió con un lacónico "sí", a la pregunta de los periodistas sobre la continuidad en su cargo de Cavallo.
"Estamos trabajando con él (Cavallo) en cuestiones muy importantes que hacen a la relación con los organismos internacionales y estudios que vienen realizándose con medidas muy constructivas", dijo De la Rúa en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
De la Rúa se mostró esquivo al ser preguntado por medidas económicas concretas, aunque dedicó la jornada a delinear los próximos anuncios.
"Los objetivos son iguales y compartidos: crecimiento, equilibrio fiscal y atención de medidas sociales. Estoy pensando en el interés general del país y eso mismo le pido a los dirigentes: pensar en el bien común", afirmó.
De la Rúa informó que en las reuniones que mantuvo en España con empresarios e inversores hispanos, "reafirmamos el compromiso por la no devaluación del peso argentino".
El mandatario, blanco de críticas por su estilo cauteloso y su rechazo por las definiciones rápidas, agregó que "vamos a analizar todo lo que corresponda hacer para consolidar al gobierno. Pero no hay una fecha o una hora para hacer anuncios en este sentido".
Los observadores pronostican una importante reorganización del gabinete, en el que solamente parecen seguros de confirmación Cavallo, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini y el jefe de gabinete Christian Colombo.
El domingo pasado la oposición peronista triunfó en las elecciones legislativas, lo que fue interpretado por los analistas como un rechazo al plan económico neoliberal impulsado por De la Rúa y a la falta de resultados de la gestión del ministro de Economía Domingo Cavallo.
El presidente no vaciló en criticar a dos integrantes de su coalición, que han propugnado cambios en los programas económicos. Recomendó al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, que "hable con más responsabilidad", ante sus declaraciones de que la Alianza está en crisis y al borde de la disgregación.
También criticó al senador electo Rodolfo Terragno, su rival dentro de la Unión Cívica Radical (UCR), por haber basado su campaña electoral en críticas a Cavallo y a sus programas.
"En la ciudad de Buenos Aires nuestros candidatos eligieron la confrontación contra el gobierno y no les ha ido muy bien, porque quedaron atrás del voto en blanco, es decir, tomaron una posición de distancia del gobierno", dijo.
Las declaraciones de De la Rúa provocaron severas críticas desde la misma Alianza gobernante.
El senador Leopoldo Moreau advirtió que si el gobierno "persiste en la sordera y una lectura incorrecta de la realidad", la Unión Cívica Radical (UCR), el partido del que forma parte, "debe redefinir su relación" con el Poder Ejecutivo "y asumir una absoluta independencia del mismo".
Por otra parte, el legislador Darío Alessandro, que preside el bloque oficialista en la Cámara de Diputados, recomendó al presidente "ocuparse de los problemas del país".
"Es hora de que advierta cuál es el verdadero problema, en lugar de hacer consideraciones sobre temas irrelevantes para la gran mayoría de la gente", expresó.
El bloque de diputados de la UCR, en tanto, reclamó profundas modificaciones en la economía.