GINEBRA.- La falta de dinero y las presiones cada vez mayores de los talibán dificultan el trabajo de las organizaciones humanitarias en el interior de Afganistán, donde el descenso de las temperaturas ya anuncia la llegada del invierno y, por tanto, la inaccesibilidad a muchas zonas del país.
Las organizaciones humanitarias del sistema de la ONU se quejaron este viernes de las escasas contribuciones internacionales para ayudar a una población afgana cuya situación se deteriora por momentos. Según los datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), hasta el momento sólo se han recibido aportaciones por 67,4 millones de dólares de los 654 millones solicitados, apenas un 23 por ciento.
Uno de los peores casos es el la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que únicamente ha recibido 12 de los 50 millones de dólares solicitados, dijo su portavoz, Ron Redmond.
En el caso del Programa Mundial de Alimentos (PMA), las donaciones han aumentado en las últimas horas, por lo que ya se ha cubierto el 53 por ciento de los 257 millones de dólares solicitados para asistir a la población afgana durante un periodo de seis meses.
A la falta de dinero, se unen las dificultades que el PMA está teniendo con las autoridades talibán, que han ocupado de forma intermitente sus locales.
La portavoz del PMA, Christiane Berthiaume explicó que ayer se recuperó el control sobre sus almacenes de Kabul, que habían sido ocupados el miércoles por los talibán, y, según las informaciones recibidas de sus empleados, las 5.300 toneladas de alimentos que había están intactas
Sin embargo, los talibán mantienen ocupadas ahora las oficinas y almacenes del PMA en Kandahar, donde hay unas 1.600 toneladas de alimentos. También la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lamentó hoy la actitud de los talibán, que el miércoles ocuparon su oficina en Kunduz, de la que se llevaron dos vehículos.
Asimismo, en los campos de Baghe Sherkat y Amirabad, en la región norteña de Mazar-i-Sharif, los talibán obligaron a los trabajadores de la OIM a interrumpir la distribución que estaban realizando de mantas, zapatos y ropa de abrigo, especialmente para niños.
La OIM ha ordenado a sus empleados que permanezcan en sus casas hasta que se haya aclarado la situación, para lo que la organización mantiene contactos con las autoridades talibán, explicó uno de los portavoces de la organización, Niurka Piñeiro.
Las dificultades de las organizaciones para ayudar a los afganos en el interior de su país y los ataques aéreos han provocado un aumento de los movimientos de población hacia los países vecinos.
Más de 3.500 personas llegaron esta mañana a la región paquistaní de Kandahar tras cruzar la frontera con Afganistán por el puesto de Chaman y la situación fue descrita por los equipos de ACNUR como caótica. Además en los últimos seis días otros 10.000 afganos llegaron a la provincia de Baluchistán, señaló Redmond, que indicó que las autoridades paquistaníes calculan que en el últimos mes casi 60.000 afganos han entrado en su territorio.
El cierre oficial de las fronteras de los países vecinos y los obstáculos de los talibán están llevando a muchos afganos a utilizar redes de traficantes para salir del país, pagando 50 dólares de media.
ACNUR sigue trabajando para localizar nuevos emplazamientos para campos de refugiados en las regiones fronterizas de Pakistán y ahora examina los alrededores de Quetta para comprobar que no haya minas antipersonales o antitanque de la época de la invasión soviética.
Mientras, la inminente llegada del invierno somete a más presión a las organizaciones humanitarias, ya que en un máximo de seis semanas las zonas montañosas del centro del país serán inaccesibles.
El PMA está aumentando los envíos de alimentos hacia esta zona, aunque hay graves problemas por la falta de transporte y de gasolina. En estos momentos hay 7.839 toneladas de alimentos del PMA que transitan por el país, por lo que se espera que para la próxima semana haya almacenadas más de 24.000 toneladas.
Otras 65.000 toneladas de alimentos procedentes de Estados Unidos deberían llegar a la región durante el mes de noviembre y 100.000 toneladas más adelante. La OIM acelera igualmente la distribución de mantas y ropa de abrigo en los campos de desplazados Maslakh y Shaydayee (oeste del país), donde hay más de 52.000 personas sin refugio adecuado.