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Fuerzas especiales de EE.UU. se suman a guerra

Pequeños comandos operando en el sur de Afganistán serían el preludio de una presencia mayor en la guerra contra el Talibán. En Washington autoridades de gobierno intentan calmar los temores a la propagación de esporas de ántrax por el correo de Estados Unidos.

19 de Octubre de 2001 | 09:22 | Reuters
WASHINGTON/KABUL.- La guerra de Estados Unidos contra el terrorismo entró el viernes en una nueva fase cuando Washington admitió que tiene fuerzas especiales en el terreno en Afganistán después de casi dos semanas de bombardeos devastadores.

Un funcionario de defensa estadounidense dijo que la pequeña fuerza podría ser el preludio de una presencia mayor en la guerra contra el movimiento gobernante Talibán y la organización Al Qaeda del líder islámico Osama bin Laden. "Esta es una etapa muy, muy, muy temprana", señaló.

El periódico "The Washington Post" informó hoy que las tropas estaban en el sur de de Afganistán para expandir esfuerzos de la CIA de alentar a los dirigentes de las tribus pashtún a romper sus vínculos con el Talibán.

"El número de tropas norteamericanas en tierra es sólo un puñado y es poco probable que llegue a números similares a los de las fuerzas militares usadas en la Guerra del Golfo Pérsico hace una década. Sin embargo su presencia marca un giro en esta segunda semana de ataques, y pone de relieve la seriedad de la administración Bush en su cometido contra el terrorismo", agrega el diario.

Una fuente allegada al gobierno informó al Washington Post que Fuerzas Especiales serían usadas en misiones de reconocimiento y en algunos casos para dirigir ataques directos sobre los Talibán y los líderes terroristas.

El vicepresidente, Dick Cheney, sugirió cómo la guerra podría desarrollarse en un discurso en Nueva York el jueves por la noche.

"El éxito de nuestra campaña aérea ha allanado la vía para otras acciones que el Talibán y los terroristas de Al Qaeda no pueden predecir ni escapar de ellas", dijo Cheney.

"Es importante percatarse de que el aspecto militar no será siempre tan visible... Otros éxitos vendrán de operaciones encubiertas que no se ven ni se escuchan fuera de un círculo muy pequeño", agregó.

La guerra fue lanzada en represalia por los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos con aviones secuestrados, que destruyeron el World Trade Center y un sector del Pentágono y dejaron alrededor de 5.400 muertos. Washington acusa a Al Qaeda de haber organizado la operación.

Antes del desplazamiento de las tropas especiales, Estados Unidos y sus aliados lanzaron desde el 7 de octubre una campaña de bombardeos que según el Talibán ha matado a 900 personas.

Sin embargo, el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, desmintió el informe de grandes muertes de civiles.

Psicosis de Carbunco en Estados Unidos

Mientras las fuerzas combatían en Asia Central, el gobierno de Washington trataba de calmar los temores a la propagación de esporas de carbunco (anthrax en inglés) por el correo de Estados Unidos.

El gobierno ofreció una recompensa de un millón de dólares por información que conduzca a la captura o convicción de los responsables de enviar por correo bacterias de carbunco (anthrax en inglés) que han infectado a seis personas este mes, una de las cuales falleció.

Cartas que acompañaron a dos de los envíos indicaron que la propagación del carbunco está vinculada con los atentados del 11 de septiembre y el procurador general, John Ashcroft, dijo que el brote de infecciones podría ser una conspiración organizada.

"No podemos decir "sí, esto es parte de una red terrorista". Obviamente son ataques terroristas. No podemos descartar que estén asociados con los ataques del 11 de septiembre", dijo Ashcroft en una entrevista de la cadena de televisión MSNBC.

Sin embargo, añadió:

"Todo aparenta que hay ciertas similitudes entre algunos de los casos más serios que indican que podrían ser... parte de un esfuerzo organizado, un esfuerzo de un solo individuo o un esfuerzo conducido en colaboración con alguien más".

El presentador de NBC Tom Brokaw, quien recibió una carta con la bacteria, dijo en su noticiero nocturno que la breve misiva se refería a los ataques del 11 de septiembre. "Esto es lo próximo. Tome penacilina (escrito así). Muerte a Estados Unidos. Muerte a Israel. Alá es grande", decía.

Brokaw dijo que otra carta enviada al líder de la mayoría demócrata del Senado, Tom Daschle, mencionó también el 11 de septiembre: "No pueden detenernos. Tenemos este carbunco".

La psicosis del carbunco, con casi 40 casos de infección o exposición a la bacteria este mes, se propagó brevemente a la seguridad nuclear cuando la planta atómica de Three Mile Island fue colocada en estado de alerta.

Las autoridades desmintieron después una amenaza, pero el incidente en el lugar del peor empeoró la intranquilidad que vive el país desde la destrucción del World Trade Center y un sector del Pentágono el 11 de septiembre.

Otros dos casos de carbunco

Una empleada de CBS que abría cartas para el presentador de noticias Dan Rather en Nueva York dio positivo el jueves en una prueba para detectar el carbunco cutáneo, lo que convirtió a en la tercera cadena que ha estado expuesta a la enfermedad, después de la NBC y la ABC.

Al Qaeda, en una referencia a uno de los peores golpes que han sufrido los militares estadounidenses en los últimos años, dijo que los afganos arrastrarán a los soldados de Estados Unidos por las calles como hicieron los somalíes en 1993.

Washington retiró sus tropas de Somalia después que 18 soldados fueron asesinados por turbas que después mostraron públicamente los cadáveres mutilados de algunos de ellos en las calles de Mogadishu.

"Estados Unidos sólo se percatará de sus cálculos erróneos cuando sus soldados sean arrastrados en Afganistán como hicieron en Somalia", dijo Mohamed Atef, presuntamente el lugarteniente de Bin Laden, según el Centro de Observación Islámico, con sede en Londres.

El Pentágono dijo que aparentemente los bombardeos estaban sacando de sus escondites a los guerrilleros de Bin Laden y exponiéndolos a los ataques estadounidenses.

Rumsfeld señaló que "datos de inteligencia" sugerían que los intensos bombardeos de casi 100 aviones estaban haciendo vulnerable a la organización del disidente saudita y provocando deserciones en el Talibán.

Al mismo tiempo, fuentes estadounidenses dijeron a Reuters en privado que miembros de Al Qaeda habían muerto en los ataques, pero no había indicios de que Bin Laden o sus jefes principales estuviesen entre ellos.

El nuevo jefe de seguridad nacional del Presidente George W. Bush, Tom Ridge, trató de calmar la confusión pública sobre el carbunco y la psicosis generalizada. "El pueblo estadounidense puede tener confianza en que el gobierno está trabajando las 24 horas para protegerlos", dijo.

"Ha habido cierto temor. Ha habido mensajes contradictorios. En un país que ansía información, es mejor dar mucha información que la suficiente", dijo Ridge.

La carta con carbunco enviada a Daschle forzó el miércoles a una clausura sin precedentes del Congreso de Estados Unidos para una investigación ambiental y sacudió a los mercados financieros en todo el mundo.

En el frente diplomático, Bush llegó a China para una cumbre del foro de Cooperación Económica (APEC), con la esperanza de reunir apoyo de países tan diversos como China, la mayor nación comunista remanente del mundo, e Indonesia, la de mayor población musulmana.

"Como el Apocalipsis"

En Afganistán los bombardeos siguieron a pesar de apelaciones de las organizaciones humanitarias de un respiro para llevar alimentos a los necesitados del país.

El portavoz del Talibán Abdul Hai Mutmaen dijo que entre 600 y 900 personas habían muerto o desaparecido hasta el momento en los ataques de Estados Unidos.

"Estamos considerando a los desaparecidos bajo los escombros como muertos", dijo Mutmaen a la cadena de televisión Al Jazeera de Qatar desde un lugar no identificado. "Y no me pregunten sobre el número de heridos, porque está en los miles y no tengo cifras para ello".
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