ISLAMABAD, Pakistán.- Tras reunirese en Kandahar con el líder espiritual del régimen, Mullha Mohammad Omarm el embajador afgano en Pakistán, Abdul Salam Zaeef, reiteró que la milicia islamista no entregará a Osama bin Laden, acusado por Estados Unidos de los atentados del 11 de setiembre que destruyó el Wolrd Trade Center y parte del Pentágono.
El embajador del Talibán en Pakistán, el mullah Abdul Salam Zaeef, dijo tras un viaje de una semana a su país que las comunicaciones estaban seriamente dañadas y que se habían registrado algunas bajas militares, pero que las fuerzas del movimiento gobernante permanecen fuertes, unidas y comprometidas.
Sin embargo, no ofreció ninguna propuesta nueva sobre cómo podría resolverse la crisis y dijo sólo que el pueblo de Afganistán respalda sólidamente al Islam y al líder espiritual del Talibán, el mullah Mohammad Omar.
"El asunto de Osama bin Laden no ha cambiado", dijo Zaeef. "Es una cuestión de nuestra fe. Es como si cambiáramos nuestra fe".
El Talibán ha insistido en que sólo consideraría entregar a bin Laden, acusado de planear los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, si Washington le presenta pruebas de su culpabilidad y acepta un juicio en un tercer país neutral.
Zaeef dijo antes a su llegada de Afganistán que tenía un plan para resolver la crisis afgana que discutiría con las autoridades de Pakistán. Pero una vez que llegó a la capital paquistaní, resultó que no tenía nuevas propuestas sino una reiteración de la posición del Talibán.
Zaeef dijo que los ataques aéreos encabezados por Estados Unidos, que Washington dice están dirigidos contra objetivos militares del Talibán, estaban dañando a los civiles y acusó a Washington de hacer de esto una política deliberada.
Blancos civiles
"La mayoría de los blancos han sido civiles, dañando a personas civiles inocentes", dijo el representante diplomático talibán ante occidente.
"Estados Unidos está atacando al pueblo afgano y el mundo puede ver esto por sí mismo".
Aunque Zaeef no dio una cifra de muertos desde que los ataques se iniciaron el 7 de octubre, otros funcionarios del Talibán han dicho que hasta 900 personas han muertos, lo que según Washington es sumamente exagerado.
Zaeef advirtió que aunque los aviones estadounidenses pudieran controlar el espacio aéreo sobre Afganistán, la situación en tierra sería completamente diferente.
"Es una equivocación decir que nuestra capacidad militar está destruida. Hemos tenido algunas bajas, pero seguimos fuertes. Si se inician los combates en tierra, ya veremos lo que sucede", declaró.
