NUEVA YORK/LONDRES.- Un avión supersónico Concorde regresó el lunes a Londres, tras haber realizado un vuelo de Gran Bretaña a Estados Unidos por primera vez desde que uno de ellos se estrelló el año pasado en París con un saldo de 113 muertos.
El accidente obligó a suspender los vuelos de toda la flota del Concorde, utilizados sólo por dos aerolíneas: British Airways y Air France.
British Airways informó que el avión aterrizó, de regreso al aeropuerto londinense de Heathrow, a las 21.10 horas locales (20:10 horas GMT), menos de tres horas y media después de despegar del aeropuerto John F. Kennedy, en Nueva York.
Este fue el primer vuelo de prueba trasatlántico del Concorde desde que se implementaron varias modificaciones de seguridad a la flota de ambas aerolíneas.
Las modificaciones incluyen el revestimiento de los tanques de combustible colocados en la estructura de las alas con Kevlar -una sustancia utilizada para los chalecos antibalas- y el uso de nuevos neumáticos fabricados por la empresa francesa Michelin, resistentes al desgarramiento producido por objetos en la pista.
Investigadores dijeron que el accidente del año pasado ocurrió cuando uno de los neumáticos del avión estalló tras rodar sobre un trozo de metal que se había desprendido de otra aeronave y cayó en la pista.
Al estallar el neumático, fragmentos de caucho y del metal de la llanta perforaron el tanque de combustible del ala izquierda, provocando un incendio que incapacitó los dos motores de ese lado y dejó al avión en una situación crítica que la tripulación no pudo controlar.
El vuelo del lunes, que llevaba a bordo a 92 pasajeros, entre ellos varios técnicos de BA, y una tripulación de nueve personas -incluyendo a tres pilotos- tenía como objetivo evaluar la capacidad operativa del Concorde después de instalarse las nuevas medidas de seguridad.
Este es el tercer Concorde de British Airways que recibe las modificaciones dentro del programa de revitalización de la famosa aeronave, el único avión comercial supersónico del mundo, cuyas alas en delta y larga nariz -que se mueve hacia arriba y abajo para permitir a los pilotos ver por dónde transitan cuando están en tierra- lo hacen inconfundible.
Otros dos aviones modificados previamente han realizado la mitad del trayecto por el Atlántico, como parte de las pruebas que se están realizando.
"El propósito del viaje es comprobar todos los procedimientos en vuelo y en tierra para un despegue normal con pasajeros", dijo una portavoz de British Airways a Reuters.
Las medidas de seguridad para los vuelos del Concorde han sido también reforzadas como consecuencia de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, cuando aviones de pasajeros fueron secuestrados y estrellados contra las torres del World Trade Center en Nueva York y en el Pentágono, en Washington.
British Airways reanudará sus vuelos comerciales del Concorde a partir del 9 de noviembre entre Londres y Nueva York y desde el 1 de diciembre entre Londres y Barbados, dijo la portavoz.