WASHINGTON.- Las autoridades confirmaron el martes que dos empleados de una oficina de correos de Washington que murieron en los últimos días tenían ántrax, constituyéndose en las primeras víctimas fatales de la peligrosa bacteria en la capital de Estados Unidos.
"Ahora sabemos que las dos muertes ya conocidas son casos confirmados de ántrax inhalado", dijo el alcalde de Washington, Anthony Williams.
Esto eleva a tres el número de muertos por ántrax desde que comenzaron a aparecer hace tres semanas cartas contaminadas enviadas por desconocidos, desatando una alarma de guerra biológica.
Hay 10 personas contaminadas con la enfermedad, entre empleados de las principales cadenas de televisión en Nueva York y carteros del estado de Nueva Jersey, desde donde fueron enviados varias cartas contaminadas.
La Casa Blanca dijo que está operando bajo la "sospecha" de que el creciente número de casos de ántrax están vinculados al terrorismo internacional y a los atentados devastadores del 11 de septiembre, aunque no dispone de pruebas sólidas.
"Esa ha sido la sospecha operativa de la Casa Blanca por bastante tiempo", dijo el portavoz del presidente George W. Bush, Ari Fleischer.
El funcionario dijo, no obstante, que no se ha establecido de manera concluyente que los casos de ántrax fueran causados por un individuo aislado o una organización terrorista, y la sospecha aún no han influenciado la política exterior de Estados Unidos.
Pero su declaración fue la más fuerte hecha hasta el momento por la Casa Blanca que apunta a un vínculo entre la propagación deliberada del bacilo de ántrax vía correo y los atentados llevado a cabo por comandos suicidas islámicos que estrellaron aviones secuestrados, matando a 5.400 personas.
Legisladores sospechan ataque externo
Los carteros fallecidos trabajaban en la oficina central de correo en el barrio de Brentwood que maneja la correspondencia dirigida al Congreso, entre ella la carta contaminada que fue abierta hace una semana en el despacho del líder de la mayoría demócrata del Senado, Tom Daschle.
Las esporas soltadas por la carta alcanzaron a 28 personas y forzaron la clausura del Congreso la semana pasada. El Capitolio volvió a funcionar el martes, pero las oficinas de los legisladores en edificios adyacentes siguen cerradas para revisiones por equipos de descontaminación.
El líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, dijo a la salida de una reunión entre el presidente Bush y líderes del Congreso que "todos sospechamos" de un vínculo entre los atentados del mes pasado y el brote de ántrax.
"No creo que hay manera de probarlo pero pienso que todos sospechamos eso", dijo Gephardt a la prensa, demostrando la creciendo disposición del gobierno a vincular los atentados de septiembre con los temores al ántrax.
Gephardt señaló que el tamaño tan reducido de las esporas de ántrax en la carta enviada la semana pasada al líder de la mayoría del Senado, Tom Daschle, era evidencia de que habían sido refinadas para convertirlas en bacteria peligrosa.
Alerta en el New York Times
El diario New York Times, que ya experimentó dos alertas por presuntos casos de ántrax, cerró el martes su oficina de correspondencia después que un empleado abrió un sobre que contenía un polvo sospechoso, dijo la empresa.
El periódico dijo en un comunicado que el sobre no tenía remitente y estaba marcado con un sello de Glasgow, Escocia.
"La oficina de correspondencia de la compañía cerró", informó el periódico. "El empleado y otro trabajador de la sala de correspondencia que estaba en un área cercana, serán examinados para determinar si estuvieron expuestos al ántrax".
El New York Times agregó que las autoridades habían sido notificadas y que la sustancia fue sometida a examen.
En las últimas semanas, cartas con supuesto contenido de ántrax fueron enviadas a la periodista Judith Miller, coautora de un libro sobre bioterrorismo, y a la oficina del corresponsal del periódico en Río de Janeiro, Larry Rohter.
En Trenton, Nueva Jersey, desde donde fueron enviado cartas contaminadas con el bacilo de ántrax a medios de comunicación en Nueva York y al Senador Daschle, las autoridades dijeron que sospechan que una empleada postal ha contraído ántrax pulmonar, la forma más peligrosa de la enfermedad.
Otros dos empleados ya estaban infectados con la forma más benigna de ántrax cutáneo.
La primera víctima que murió el 5 de octubre de una ántrax pulmonar en Boca Ratón, Florida, fue un editor fotográfico de una editorial de diarios sensacionalistas.
El ántrax, enfermedad común en el ganado, pasa rápidamente de una gripe a pulmonía y meningitis cuando las esporas son inhaladas por seres humanos.
Disgusto por reacción lenta
EL alcalde Williams dijo que existen otros cuatro casos "sospechosos" de empleados postales que podrían haber contraído el ántrax, y otros 12 casos de "baja sospecha".
Dos casos de contagio ya confirmados están en un estado "crítico pero estable", informó el jefe del departamento de Salud de Washington, Iván Walks.
Más de 2.000 trabajadores de correos de Brentwood y de un centro cerca del aeropuerto de Baltimore-Washington han sido examinados en busca de ántrax y el Servicio Postal dijo que las autoridades de salud decidieron extender las pruebas a 36 oficinas que recibieron correspondencia de Brentwood.
"Se le ha pedido a la gente que trabaja en esas 36 oficinas que se examinen y automáticamente se les dará Cipro como medida preventiva", dijo el portavoz Bob Anderson, refiriéndose al antibiótico que se prescribe para tratar al ántrax.
El Servicio Postal ha sido objeto de fuertes críticas por no examinar a sus trabajadores inmediatamente después que la carta con esporas de ántrax fue detectada en la oficina de Daschle. El centro Brentwood pudo haber manejado esa carta.
Miles de empleados del Capitolio fueron examinados inmediatamente y recibieron tratamiento con antibióticos, una medida que no se tomó con los trabajadores postales.
Pat Johnson, presidenta del sindicato de Trabajadores Postales Estadounidense del Area de Washington, dijo en entrevista con la televisión que los empleados estaban disgustados por no haber sido examinados antes.
"Los administradores simplemente eludieron las preguntas", dijo a la cadena ABC.
Johnson dijo que los trabajadores de correos también pidieron guantes y máscaras después que se encontró la carta con ántrax en el Capitolio, pero que pasaron varios días antes de que se les hiciera llegar el pedido.