BELEN, Cisjordania.- Mientras el gobierno israelí estudia bajo presión de Estados Unidos retirarse de seis ciudades autónomas de Cisjordania que mantiene ocupadas, este jueves prosiguió la violencia al resultar muertos cinco palestinos en esos territorios.
Cuatro de de los palestinos -dos policías, un obrero y un jefe local del brazo armado del movimiento islamista radical Hamas- murieron en el sector de Belén y un quinto en Tulkarem.
Con ellos se eleva a 46 el número de víctimas mortales palestinas desde el inicio, hace una semana, de incursiones israelíes en Cisjordania, 20 de ellos en el área de Belén, y a 926 el de muertos desde el inicio de la Intifada (revuelta), el 28 de septiembre de 2000, entre ellos 726 palestinos y 178 israelíes.
El ejército israelí sólo se retiró del pueblo de Beit Rima, donde penetró el martes por la noche, una retirada calificada de "paso positivo" por la Casa Blanca, que reiteró su llamamiento a la retirada total de Israel de los territorios autónomos.
Los soldados israelíes mantenían sus posiciones en seis ciudades autónomas de Cisjordania en espera de una orden de retirada que podría ser emitida por la noche, según la radio militar israelí, tras una reunión del minigabinete de seguridad.
Sin embargo, el mando militar se opone a una salida precipitada de esos sectores y recomienda repliegues por etapas que permitan poner a prueba la voluntad de la Autoridad Palestina de alto el fuego, según la misma fuente.
Ese tema fue examinado por altos responsables militares reunidos en Tel Aviv por el ministro de Defensa Benjamin Ben Eliezer. Esa reunión precedió a la programada para esta noche del minigabinete sobre las modalidades y condiciones de un repliegue.
El minigabinete está integrado principalmente por el jefe del gobierno, Ariel Sharon, el ministro de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, y Ben Eliezer.
"No puedo darles un calendario, pero eso (la retirada) se producirá pronto", señaló a la AFP un alto responsable israelí después de la sangrienta operación en el pueblo de Beit Rima, que se saldó el miércoles con la muerte de al menos cinco palestinos, según los israelíes, aun cuando los palestinos elevan esa cifra a por lo menos nueve muertos.
Explicó que esa retirada se realizará "gradualmente". "Comenzaremos por lugares donde la Autoridad Palestina asumirá la responsabilidad (del orden) y mantendrá la calma", dijo, agregando que habrá nuevas incursiones si se reanudaban los ataques anti-israelíes.
Según fuentes políticas, Peres promoverá una retirada lo más rápida posible para amortiguar la crisis con Washington, mientras que Sharon y Ben Eliezer son partidarios de un repliegue "por etapas", para mantener la presión sobre los palestinos.
Al volver de Estados Unidos este jueves por la mañana, Peres manifestó su esperanza de que sea "una cuestión de días". Pero el general Amos Malka, jefe de la inteligencia militar, afirmó durante una conferencia de prensa que Israel no garantizará a los palestinos que no volverá a las zonas ocupadas una vez que se haya retirado de ellas.
Malka justificó esa política diciendo que su país tiene la certeza de que se planearán nuevos atentados terroristas palestinos. Israel lanzó las incursiones en zonas autónomas palestinas tras el asesinato el 17 de octubre del ministro israelí de Turismo, Rehavam Zeevi, reivindicado por el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
A nivel diplomático, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, inició este jueves una nueva misión en la región en favor de la paz.
En su reunión de este jueves con Sharon, Fischer "manifestó su deseo de que Israel se retire de los sectores que volvió a ocupar en Cisjordania (...) afirmó que el terrorismo y la violencia son inaceptables y recordó el derecho de Israel a vivir en seguridad y el de los palestinos a disponer de sus derechos legítimos".
Acompañado por el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Javier Solana, que instó a Israel a retirar sus tropas, Fischer se reunirá con Peres en Tel Aviv y el viernes con el Presidente palestino Yasser Arafat.