MARRAKESH.- Las conversaciones de las Naciones Unidas para alcanzar un acuerdo final sobre un tratado del cambio climático comenzaron el lunes en Marruecos con la ausencia del mayor contaminados del mundo, Estados Unidos.
En la reunión de dos semanas de 2.000 delegados de 180 países tratarán de plasmar en un detallado "protocolo" los principios adoptados en Bonn en julio para reducir significativamente en la próxima década las emisiones de gases tipo invernadero, responsabilizados del calentamiento de la atmósfera terrestre.
El tratado, conocido como Protocolo de Kioto por la ciudad japonesa en la que fue forjado en 1997, debe ser ratificado por una mayoría de las naciones industrializadas responsables del calentamiento para que entre en vigor.
Se pretende recortar para el 2012 las emisiones de gases contaminantes en una media del cinco por ciento por debajo de los niveles de 1990.
"En Marrakesh, el objetivo será completar la traducción de los acuerdos de Bonn a una lengua legal", dijo el ministro de Medio Ambiente holandés, Jan Pronk, en la sesión plenaria inaugural.
Un compromiso político sobre los principales asuntos se alcanzó en Bonn y se espera que la convención de Marrakesh produzca un documento que obligue legalmente a su cumplimiento.
"Ustedes pueden poner la guinda sobre el pastel de Bonn", dijo Pronk a los delegados, instándolos a dejar a un lado las diferencias políticas. "No renegocien un acuerdo político ya obtenido, sólo sáquenlo adelante", añadió.
En ausencia de Estados Unidos, el apoyo de los países de la Unión Europea y de Rusia se ha convertido en una cuestión crítica para garantizar el éxito en Marrakesh, dijeron delegados.
El tratado será obligatorio si es ratificado por 55 países responsables del 55 por ciento de las emisiones en 1990. Rusia produjo en torno al 17 por ciento de ellas hace 11 años.
Hasta el momento, 40 naciones han ratificado el tratado, incluyendo una industrializada, Rumania.
El ministro de Medio Ambiente de Marruecos, Mohamed El Yazghi, elegido presidente de la conferencia, dijo que los ataques suicidas en Nueva York y Washington habían sobrecogido a todo el mundo, y que las conversaciones sobre el clima de la ONU era una clara respuesta a aquellos que pensaron que podría parar el progreso humano.
"No tenemos derecho a fracasar", dijo Yazghi a los delegados, pidiéndoles que eviten elevar nuevas demandas.
Luego aque la UE adelantó que ratificará el tratado de Kioto el año que viene, todos los ojos en Marrakesh recaerán sobre Rusia, dijeron delegados.
"Si Rusia se queda fuera con Estados Unidos, no hay protocolo", dijo Michael Zummit Cutajar, secretario ejecutivo de la Convención para el Cambio Climático, a primeros de este mes.
Washington abandonó el Protocolo de Kioto en marzo argumentando que perjudicaría su economía, castigando a los estadounidenses, y prometió una respuesta alternativa al calentamiento global, que todavía no anunció.