WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., George W. Bush, anunció hoy la creación de una corporación de inversiones privadas en África con 200 millones de dólares y de un fondo para ayudar a las empresas de África a aumentar su competitividad dotado con 15 millones de dólares.
"África importa mucho a Estados Unidos, es una de nuestras prioridades", dijo hoy el secretario de Estado, Colin Powell, en el inicio del Foro sobre Crecimiento y Oportunidades para África, en el que Bush realizó ese anuncio.
El presidente de EE.UU. agradeció a los representantes de los 35 países africanos presentes en el Departamento de Estado la solidaridad mostrada por los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Les explicó que los 200 millones de dólares de la corporación facilitarán a las empresas estadounidenses acceso a préstamos, garantías y seguros sobre riesgos políticos en las inversiones que hagan en el África subsahariana.
Bush ha pedido a la Agencia para el Desarrollo y el Comercio de EE.UU. que establezca una oficina regional en Johanesburgo que "proporcione guía a los gobiernos y a las compañías que busquen liberalizar sus leyes comerciales, mejorar su entorno de inversiones y aprovechar la ley de libre comercio entre los dos continentes".
También anunció un programa para el desarrollo y las empresas africanas dotado con 15 millones de dólares, de los que señaló que son sólo una cantidad inicial para ayudar a que las empresas africanas aprovechen las ventajas de la ley de EE.UU. para el Crecimiento y la Economía de África.
Esa ley, en vigor desde hace un año, ha permitido -dijo Bush- que las importaciones de EE.UU. desde el Africa subsahariana hayan crecido el 17 por ciento respecto al año precedente y ahora exceden los 11.500 millones de dólares.
Agregó que Senegal, Seychelles, Eritrea y Madagascar han aumentado sus exportaciones hacia EE.UU. el 100 por ciento, y que en Kenia, el Gobierno proyecta que los beneficios de esa ley les permitirá crear 150.000 nuevos empleos en los próximos años.
Bush añadió que su Gobierno está dispuesto a comprometer nuevos recursos para combatir el SIDA y otras enfermedades infecciosas.
Powell, poco antes, aseguró a los embajadores africanos que el presidente de EE.UU. "cree tan firmemente como ustedes en el futuro de África y está decidido a que los estadounidenses trabajemos con los africanos como socios para construir ese futuro".
Pero Bush, además de animar a los países africanos a seguir abriendo sus economías, a luchar contra la corrupción y a respetar los derechos humanos a cambio de más cooperación estadounidense, también les pidió sumarse a la lucha contra el terrorismo global.
Agradeció a los jefes de estado africanos la solidaridad y el apoyo político hacia EE.UU. tras los atentados del 11 de septiembre contra el Pentágono y Nueva York, en los que murieron casi 5.000 personas de 80 países, incluidos de Etiopia, Egipto, Gana, Gambia, Kenia, Nigeria, Sudáfrica, Togo y Zimbawe.
Bush recordó a los representantes africanos que está pendiente de desarrollo la Convención de Argel, que se firmó tras los atentados contra las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania en 1998, en que más de 200 personas perdieron la vida.
"Ahora -afirmó- es de una importancia crítica que esa convención sea ratificada, así las naciones africanas dispondrán de adicionales herramientas jurídica, diplomáticas y financieras para acabar de raíz con el terrorismo".