WASHINGTON.- Los ataques militares de Estados Unidos en Afganistán han matado a algunos dirigentes de la supuesta red terrorista al-Qaeda, pero no a los más importantes, dijo este lunes el secretario de la Defensa norteamericano, Donald H. Rumsfeld.
El funcionario dijo que las tres semanas de ataques estadounidenses han cobrado víctimas del régimen fundamentalista Talibán y de la red al-Qaeda, considerada por el Presidente George W. Bush la principal sospechosa por los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Algunos dirigentes terroristas de nivel mediano murieron también en los bombardeos, añadió. "Hasta donde sabemos, ninguno de los principales seis, ocho o 10 (dirigentes) están incluidos" entre las víctimas, dijo Rumsfeld durante una conferencia de prensa en el Pentágono.
Sobre las versiones de que el Talibán había arrestado a algunos estadounidenses en Afganistán, Rumsfeld dijo: "No ha habido ningún militar estadounidense capturado. Si alguien más pudo ser apresado... no lo creo".
Más temprano, una portavoz del Pentágono dijo que las fuerzas estadounidenses han extendido hacia el norte sus bombardeos en Afganistán, rumbo a la frontera con Tayikistán, y están tratando también de destruir escondites del Talibán y de al-Qaeda en las cavernas.
Mientras la ofensiva estadounidense en Afganistán entra en su cuarta semana, la vocera Victoria Clark dijo a la prensa que entre los objetivos de los bombardeos del lunes figuran las concentraciones de armas y vehículos del Talibán.
Clark dijo que los bombarderos tratan de dar en el complejo sistema de cuevas.
Acerca de un informe publicado por el diario "Washington Post", de que los bombardeos estadounidenses habían intentado destruir posiciones talibán en la zona centro-norte de Afganistán, cerca de Tayikistán, Clark respondió: "Estamos atacando una gran variedad de zonas alrededor del país, incluso esa".
Clark dijo que el domingo se realizaron 79 misiones aéreas en Afganistán, incluyendo el suministro de comida y propaganda desde el aire. El gobierno de Bush enfrenta una creciente presión de los legisladores y de los rebeldes afganos, para que intensifique la campaña militar en Afganistán y envíe a tropas por tierra, pero los aliados claves dijeron que un mayor número de bajas civiles podría socavar el apoyo para la ofensiva norteamericana.
Los ataques sobre Kabul, la capital afgana, mataron al menos a 13 civiles el domingo y los aviones realizaron una segunda ronda de bombardeos más tarde.