BEIJING.- China dijo el martes que las disculpas del Papa Juan Pablo II por los errores de la iglesia durante el pasado colonial eran insuficientes, porque no lamentó haber canonizado el año pasado a mártires católicos chinos en la fecha en que China celebra su día nacional.
Pero el portavoz de la cancillería, Sun Yuxi, dijo que a pesar de ello China reanudará las conversaciones sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas con el Vaticano si la Santa Sede corta sus relaciones con Taiwán y accede a no intervenir en los asuntos internos chinos.
El pedido de perdón del Papa y su admisión de los errores de misioneros en la era colonial, el miércoles 24, fueron "una expresión positiva", dijo Sun en rueda de prensa.
"Sin embargo, también hemos notado que el Papa no emitió una disculpa precisa por la canonización el año pasado, que hirió profundamente los sentimientos del pueblo chino", dijo. "Eso nos desalienta".
Las relaciones entre el Vaticano y Beijing llegaron a su punto más bajo cuando el Papa canonizó a 120 mártires católicos chinos el 1 de octubre de 2000, la misma fecha en que China celebra su día nacional, luego de que la iglesia aprobada por las autoridades de Beijing consagró a cinco nuevos obispos.
El Vaticano dijo que los mártires murieron porque fueron leales a su fe. Beijing dijo que la mayoría eran traidores, ejecutados por vulnerar las leyes cuando fuerzas extranjeras invadieron China durante la llamada Guerra del Opio (1839-42) y durante la llamada Rebelión de los Boxer (1898-1900).
"Nos opusimos firmemente", dijo Sun. "Planteamos claramente nuestra posición y les aportamos (al Vaticano) materiales pertinentes. Ese tema no se ha resuelto, hasta la fecha".
China dijo el pasado jueves que está dispuesta a mejorar sus relaciones con el Vaticano si la Santa Sede rompe sus relaciones con Taiwán, la isla a la que Beijing considera una provincia rebelde, y se compromete a no usar la religión como pretexto para intervenir en los asuntos internos de China.
El martes, Sun instó al Vaticano a eliminar los obstáculos remanentes para una mejora de relaciones, diciendo que la Santa Sede "sabe claramente qué debería hacer".
Los católicos han acogido con beneplácito las iniciativas del Pontífice.
Sin embargo, los expertos dicen que es improbable un rápido avance después de medio siglo de encono, a pesar del manifiesto deseo del Papa de visitar China antes de su muerte y de extender el alcance de la iglesia entre los 1.300 millones de chinos.
Además de problemas en torno a Taiwán, siguen pendientes complicadas negociaciones sobre el futuro de la clandestina iglesia católica china, que el Vaticano cree tiene unos 8,0 millones de adeptos.
El gobierno comunista de China rompió relaciones diplomáticas con el Vaticano en la década de 1950, expulsó a misioneros católicos y obligó a los creyentes chinos a inscribirse en la Asociación Patriótica Católica, respaldada por el estado, que en la actualidad dice tener 5,0 millones de miembros.