LONDRES.- El Primer Ministro Tony Blair instó el martes a sus compatriotas a no desesperarse por la guerra en Afganistán y afirmó que las pruebas que responsabilizan a Osama bin Laden a los ataques terroristas del 11 de septiembre son concluyentes.
En un discurso a la Asamblea Galesa, Blair invocó la memoria de la destrucción del Centro de Comercio Mundial y pidió a los británicos que no permitan que la dura realidad de la guerra debilite su resolución a luchar contra el terrorismo internacional.
La campaña encabezada por Estados Unidos es moralmente justa, afirmó, y dijo que las evidencias contra bin Laden y su red al-Qaeda por los ataques en Nueva York y Washington son abrumadoras.
"Las evidencias de inteligencia, que eran un manantial cuando las señalé por primera vez el 3 de octubre, son ahora una catarata que confirman la culpabilidad", dijo Blair, en referencia a una carpeta de pruebas que su oficina difundió hace más de tres semanas.
Blair habló mientras las versiones de bajas civiles en Afganistán han socavado parte del apoyo público en occidente. Reconoció las preocupaciones públicas por la muerte de civiles, la situación de los refugiados ante el invierno próximo y el futuro de Afganistán.
"Todas estas preocupaciones merecen respuesta", enfatizó. "Estamos en una democracia, suficientemente fuerte como para que se planteen dudas aun en tiempo de guerra, y suficientemente sabia, espero, como para ser capaz de responderlas".
Aunque una mayoría de británicos sigue respaldando el esfuerzo militar, una encuesta de ICM en el diario The Guardian el martes reveló una caída del 12% en apoyo desde el 10 de octubre: del 74% bajó al 62%.
Blair aseguró que el régimen afgano del Talibán merece el repudio de Estados Unidos y sus aliados. Esa milicia albergó a bin Laden y al-Qaeda, se negó a entregar a los sospechosos de terrorismo, y ambos grupos son ahora "prácticamente una sola organización".
Agregó que al-Qaeda se propone cometer más ataques. "Tenemos un grupo de gente en Afganistán que son los enemigos expresos de todo lo que significa el mundo civilizado, que han matado una vez en gran escala y que volverán a hacerlo a menos que se los detenga".
Blair concluyó que la única manera de perder la guerra sería la falta de resolución entre los gobiernos aliados y sus ciudadanos.
Dijo que los adversarios "tienen la esperanza de que seamos de algún modo decadentes; que carezcamos de la fibra moral, la voluntad o la valentía para hacerles frente; que podamos empezar pero no terminar; que empecemos y aflojemos luego; que una vez que ocurran los primeros reveses perdamos la calma. Se equivocan".