SAN FRANCISCO.- El gobernador de California, Gray Davis, alertó del peligro que amenaza a los principales puentes del estado entre hoy y el próximo día 7.
Davis advirtió de amenazas terroristas concretas contra su estado, que son las primeras desde los atentados del pasado 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
La psicosis ha llegado también al estado de Washington, donde el alcalde de Seattle anunció medidas adicionales para proteger los numerosos puentes que rodean la ciudad.
El gobernador de California dijo que tenía la "obligación" de compartir toda la información que recibía que pudiera afectar a la seguridad de los ciudadanos.
"El mejor preparativo es hacer saber a los terroristas que estamos al tanto de sus planes", dijo Davis, que sin embargo, dejó desconcertados a muchos californianos, que después de escuchar sus contradictorias declaraciones no saben a qué atenerse.
Davis dijo primero, en un tono muy alarmante, que la amenaza terrorista se cierne concretamente contra cuatro puentes de California, y anunció medidas excepcionales de seguridad en torno a ellos.
Estos serían los dos puentes más importantes de San Francisco (el Golden Gate y el de la Bahía), el Vincent Thomas, en el puerto de Los Angeles, y el Coronado, en San Diego.
Más tarde aclaró que no había recibido amenazas "concretas" sino "potenciales" de tres agencias federales diferentes el miércoles por la noche y en la mañana del jueves, y dijo que no podía avanzar más información.
El gobernador habló de "seis amenazas verosímiles" que se podrían producir entre el 2 y el 7 de noviembre, en las horas punta, cuando el tráfico en los puentes es más denso.
Sin embargo, las autoridades federales se distanciaron de Davis y dijeron que no había motivo para creer que hubiera ninguna amenaza específica contra los puentes, sino en general contra toda la Costa Oeste.
Spike Helmick, comisario de la policía californiana, dijo que la amenaza "no es concreta", y que no hay necesidad de caer en el pánico.
Pero, acto seguido, y siguiendo la tónica general, en la que las autoridades recomiendan a los ciudadanos que mantengan la calma mientras se toman medidas excepcionales, Helmick pidió a los californianos que extremen las precauciones y estén alerta.
La portavoz de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) Mindy Tucker dijo que ese aviso es uno de tantos que la agencia ha diseminado por el país, y que no hay razones concretas para creer que sea "particularmente creíble".
En cualquier caso, a pesar de las amenazas, el famoso Golden Gate de San Francisco, uno de los emblemas de la ciudad, continúa abierto tanto al tráfico como a peatones y bicicletas, lo mismo que los restantes puentes del estado de California que, según Davis, pueden convertirse en objetivos terroristas.
"Los puentes nunca estuvieron tan seguros", dijo el gobernador, quien advirtió que el ataque puede venir "de cualquier sitio" y no quiso revelar en qué consisten las nuevas medidas de seguridad anunciadas.
La directora del Golden Gate, Celia Kupersmith, dijo a una emisora de televisión local que está preparada para dar la orden de cerrar el puente "en cualquier momento", pero sólo si se produce una amenaza "substancial", contradiciendo de nuevo las declaraciones de Davis, que había hablado inicialmente de amenazas concretas.
Unos 11.000 vehículos cruzan diariamente el Golden Gate, construido en 1937 y uno de los símbolos no sólo de San Francisco sino de todo el país.
Según algunos expertos consultados por la televisión local de San Francisco, la construcción del puente con láminas de acero y a prueba de terremotos -frecuentes en esta zona de California por la proximidad de la Falla de San Andrés- le dejan a salvo en caso de atentado con un vehículo cargado de explosivos que no bastaría para derribarlo.
Más de 280.000 vehículos cruzan a diario el Bay Bridge (Puente de la Bahía), de casi seis kilómetros y medio, y que une la ciudad de San Francisco con la vecina Oakland.