WASHINGTON.- El Presidente George W. Bush, promotor de un alud de incentivos para evitar la recesión después de los ataques terroristas, dijo el viernes que los nuevos índices del desempleo "no son una buena noticia" para la economía y pidió al Congreso trabajar juntos en nuevas iniciativas.
La sombría conclusión fue anunciada al término de una reunión con el secretario del Tesoro Paul O'Neill y la secretaria del Trabajo Elaine Chao, en la cual fueron analizados los alcances del índice de desempleo del 5,4% para octubre, difundido el viernes.
La cifra representa el mayor incremento para un solo mes en más de 21 años, dando fuerza a los vaticinios de los analistas, de que la economía estadounidense puede estar sumiéndose en la recesión desde los atentados.
El departamento del Trabajo dijo que unos 415.000 empleos han sido eliminados durante el mes, mayormente en la industria de servicios que da empleo a miles de inmigrantes latinoamericanos. El índice fue del 4,9% en septiembre.
Los empleos eliminados en octubre son el mayor corte en las planillas laborales desde mayo de 1980. Las fábricas, aerolíneas, agencias de viajes, hoteles y comercios figuran entre las mayores fuentes de despidos.
"Los ataques del 11 de septiembre... han amenazado también los niveles de vida de todos los trabajadores", dijo Bush en la Casa Blanca.
Todo esto constituye malas noticias para las economías latinoamericanas, que centran su esperanza de reactivación en una pronta recuperación en los Estados Unidos.
En un debate esta semana de la Organización de los Estados Americanos, los países miembros, particularmente los de menor desarrollo, informaron sobre despidos en la región y drásticos reajustes en sus expectativas de crecimiento.
En Centroamérica y el Caribe, en particular, los daños derivados de los atentados han sido estimados en unos 800 millones de dólares.
El Banco Mundial dijo que el crecimiento para la América Latina y el Caribe sería del 0,9% este año, un tercio del pronóstico formulado cuatro meses antes de los ataques. Para el 2002, el banco espera un repunte al 2,0% siempre que mejore la economía estadounidense y de otros países desarrollados.
Bush desea que el Congreso apruebe sin dilación un paquete orientado al estímulo económico mediante nuevos recortes tributarios y un incremento en el gasto público.
Ha generado ya paquetes de ayuda para las aerolíneas comerciales y las ciudades atacadas, y el total de sus propuesta sobrepasa los 100.000 millones de dólares.