WASHINGTON.- El Presidente estadounidense George W. Bush dijo este viernes que Estados Unidos "no descansará" en su guerra contra el terrorismo durante el Ramadán, pero dejará en manos de los militares determinar si los ataques contra Afganistán continuarán durante el mes sagrado musulmán, que comienza el 17 de noviembre.
"Mi actitud personal es que el enemigo no descansará durante el Ramadán, y tampoco nosotros. Seguiremos esta guerra hasta que cumplamos con nuestros objetivos", dijo Bush a los periodistas durante una aparición pública en el Rosedal de la Casa Blanca.
"Respecto al tema específico de tiempos y fechas, dejaremos que los militares decidan. Ellos están a cargo de la operación. Esta no es una campaña política, es una guerra", afirmó Bush, acompañado por el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, recibido en la Casa Blanca.
Asimismo, el mandatario se dijo "muy satisfecho" con el progreso en la guerra contra el terrorismo, incluyendo los ataques contra el régimen talibán, que protege a Osama bin Laden, a quien Washington acusa de dirigir los atentados del 11 de setiembre contra Estados Unidos.
Bush ordenó los ataques el 7 de octubre, luego de que el régimen talibán que gobierna Afganistán se negara a entregar al extremista musulmán bin Laden.
El Mandatario desechó las críticas que cuestionan los resultados de los bombardeos sobre Afganistán, al señalar que "esta no es una guerra de gratificación al instante".
"Las defensas antiaéreas de los Talibán fueron completamente demolidas. Sus puntos fuertes -cualesquiera que tengan- han sido demolidos. Y estamos lenta pero seguramente tensando la red para alcanzar nuestro objetivo", sostuvo el mandatario.
"Los atraparemos a él, y a ellos", prometió Bush, al referirse a Bin Laden y a quienes lo respaldan.
Varias naciones predominantemente musulmanas, incluida Indonesia y un aliado clave en la guerra antiterrorista como Pakistán, se oponen a que continúen los bombardeos durante el Ramadán, cuando los musulmanes están obligados a ayunar del alba al atardecer.
Obasanjo, cuyo país es mitad musulmán, alabó a Bush, diciendo que "si los líderes que fueron electos democráticamente abandonan su responsabilidad ante los terroristas, deben en ese caso irse para sus casas".
Obasanjo es el primer líder africano en visitar la Casa Blanca desde que comenzaron los ataques sobre Afganistán.
El Mandatario visitante también se unió a Bush en su mensaje al mundo musulmán de que Washington está llevando adelante una guerra contra el terrorismo, no contra el Islam, y que el terrorismo es una amenaza para personas de todas las creencias.
"Cualquiera sea el ideal que siguen, su ideal se convertirá en nada si el terrorismo gobierna el mundo", señaló Obasanjo.
En medio de la multiplicación de casos de ántrax en Estados Unidos, Bush aseguró a un tenso público estadounidense que las autoridades están haciendo todo lo posible "para descubrir todos los hechos" relacionados con estos ataques.
El Mandatario también defendió nuevamente la decisión de su administración de dar a conocer una vaga pero fuerte advertencia de que nuevos ataques terroristas podrían ocurrir esta semana en el país, y señaló: "Estamos luchando una guerra en dos frentes".
Bush se retiró más tarde a la residencia campestre presidencial de Camp David, cercana a Maryland.