WASHINGTON.- En sus declaraciones públicas más extensas sobre el ántrax, el Presidente George W. Bush utilizó su mensaje radial semanal para serenar los ánimos con palabras de aliento y hechos tranquilizadores luego de una semana de temores crecientes.
Calificó los casos de ántrax de "una segunda oleada de ataques terroristas a nuestro país" y dijo que estaba orgulloso de la manera como las fuerzas de seguridad y el servicio de correos respondían a un ataque biológico sin precedentes.
"Y al enfrentar esta nueva amenaza, recibimos nueva información día a día", dijo Bush. "El gobierno está analizando oficinas de correos y otros lugares en busca de esporas de ántrax y las cierra donde detecta amenazas potenciales a la salud", añadió. "Trabajamos para proteger a las personas con base en la mejor información disponible".
Bush prevé tres medidas la semana próxima para reforzar su imagen de control y mando: un discurso vía satélite el martes a una reunión en Varsovia de jefes de estado de Europa central; un informe el miércoles sobre la interrupción del flujo de fondos terroristas y un discurso el jueves sobre la manera como se fortalecen las defensas en prevención de nuevos ataques.
El viernes, las autoridades sanitarias confirmaron el 17mo caso de ántrax y dijeron que prevén nuevos casos.
En su discurso del sábado, el presidente quiso tranquilizar a la opinión pública al señalar que el mal no es contagioso y que las mortíferas esporas se pueden matar mediante la esterilización, como lo está haciendo el correo en todo el país.