TOKIO.- Japón está dispuesto a ratificar el Protocolo de Kioto contra el recalentamiento de la Tierra incluso sin la participación de EE.UU., informa hoy la prensa local.
Según el rotativo "Nihon Keizai", la ministra de Medio Ambiente, Yoriko Kawaguchi, trasmitirá las intenciones del gobierno japonés a las autoridades estadounidenses durante la escala que hará mañana en Washington en ruta a Marraquech para asistir a la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático (COP7) que se celebra allí hasta el día 12.
Kawaguchi tiene previsto entrevistarse con la subsecretaria de Asuntos Globales en el Departamento de Estado, Paula Dobriansky, en un nuevo intento de convencer a aquel país para que se acoja de nuevo al compromiso de Kioto, que abandonó por razones de interés nacional.
Según el rotativo, la ministra asegurará que Japón está dispuesto a ratificar el Protocolo si se llega a un acuerdo final en la reunión de Marraquech, e incluso si EE.UU. no recapacita su abandono y regresa a él.
La canciller japonesa, Makiko Tanaka, indicó ayer en la provincia de Wakayama que Japón tomará una decisión propia independientemente de si EE.UU. retorna al Protocolo, logrado tras tensas reuniones en la antigua capital japonesa de Kioto a finales de 1997.
Frente a la decisión política, los círculos empresariales japoneses presionan al Gobierno para que sea más prudente a la hora de decidir su ratificación, al temer que los recortes que exige puedan tener un efecto negativo en la industria y economía japonesa, similares a los que argumenta EE.UU..
La ministra del Medio Ambiente y otros organismos gubernamentales esperan que el Parlamento, en sus sesiones a partir de enero, pueda aprobar el Protocolo para que se pueda ratificar en junio.
El Protocolo de Kioto obligará a los países industrializados a reducir sus emisiones de dióxido de carbono -los seis gases de efecto invernadero se tradujeron a equivalentes en dióxido de carbono (CO2)- hasta lograr un recorte medio mundial del cinco por ciento en 2012 respecto a los niveles de 1990.
Aunque EE.UU., el país que más emisiones de CO2 genera, llegó a firmar el Protocolo, la nueva administración del presidente George Bush lo rechazó a comienzos de este año por considerar que sus requerimientos perjudicaban a la industria y la economía estadounidenses porque no aseguraba que los países en desarrollo recortaran sus emisiones.
El Protocolo de Kioto, que firmaron más de 170 países, debe entrar en vigor noventa días después de que haya sido ratificado por al menos 55 Estados cuyas emisiones de CO2 representen el 55 por ciento del total mundial.