MIAMI.- Las autoridades locales ordenaron el domingo la evacuación de los residentes en los cayos de la Florida, en Estados Unidos, mientras vientos y lluvias del huracán Michelle comenzaban a azotar a la cadena de islotes.
Las autoridades instaron a los residentes a salir lo más rápido posible de la zona, pero como suele suceder en los cayos, muchos de los 80.000 residentes parecían estar dispuestos a resistir la tormenta allí.
El gobernador de la Florida, Jeb Bush, declaró el estado de emergencia.
Todas las aerolíneas suspendieron los vuelos desde y hacia los cayos, a partir del mediodía del domingo, dijeron funcionarios de los servicios de emergencia.
En la península de Florida, los residentes también se preparaban para fuertes lluvias y vientos, acumulando reservas de agua, comida enlatada, baterías y láminas de plywood para proteger ventanas.
Se espera que el área no reciba un impacto directo de Michelle, una tormenta inusualmente fuerte para los últimos días de la temporada ciclónica del Atlántico.
Sin embargo, Cuba, donde muchos residentes de la Florida tienen familiares, probablemente será seriamente afectada.
Michelle -un huracán categoría 4 que expertos describen como "extremadamente peligroso"- se encontraba a 150 kilómetros al sur-suroeste de La Habana, Cuba, a la una de la tarde (18:00 GMT) del domingo, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (CNH), radicado en Miami.
También se esperaba que diera un giro noreste que la lleve sobre Cuba al estrecho de la Florida y luego hacia Las Bahamas.
Durante la noche, aceleró su velocidad a 21 kilómetros por hora (kph), con vientos de cerca de 215 kph.
Una advertencia de huracán estaba en efecto en todos los cayos, indicando que se pueden esperar en un ámbito de 24 horas vientos con fuerza huracanada, de más de 119 kph.
Una advertencia de tormenta tropical -vientos de más de 62 kph- estaba en efecto en la costa este de Florida hasta Júpiter y en la costa oeste hasta Bonita Beach.
Un frente frío que se baja desde el norte de Estados Unidos es el motor que impulsa a Michelle hacia el este, aunque había una posibilidad de que la tormenta aún gire hacia el norte, de acuerdo con meteorólogos.
Florida sufrirá los peores efectos durante la noche y en las primeras horas de la mañana del lunes, dijo Krissy Williams, del CNH. "Aún necesitamos vigilarla", dijo.
Se espera que los vientos disminuyan su fuerza a 136 kph cuando Michelle pase por las montañas de Cuba y llegue a las aguas más frías del Estrecho de la Florida en las próximas 48 horas, añadió.
Las autoridades de los cayos --una cadena de islotes diseminados entre el Golfo de México y el Estrecho de la Florida-- no querían arriesgarse.
El sábado se ordenó la evacuación de los turistas y esa orden, para los residentes, se extendió el domingo desde Cayo Largo, el primero de las islotes, hasta Cayo Hueso, al final de la cadena.
Aunque sólo existe una carretera que conecta a los cayos entre sí, se reportaba poco tráfico, probablemente porque muchos residentes tradicionalmente ignoran las órdenes de evacuación. En la península, ya estaban abiertos los refugios para los evacuados.
A lo largo de Duval Street, la calle principal de Cayo Hueso, bares, --entre ellos el famoso Sloppy Joe's-- y tiendas cerraron y protegieron los vidrios.
Escuelas y oficinas del gobierno de los cayos permanecerán cerradas el lunes, dijeron las autoridades.
En tierra firme, el alcalde del condado Miami-Dade, Alex Penelas, dijo que se estaba vigilando la situación desde el centro de operaciones de emergencia. Hasta ahora no se ha decidido ordenar la evacuación de áreas vulnerables o cerrar las escuelas el domingo.
Se esperaban vientos con fuerza de tormenta tropical en la tarde del domingo, hasta el lunes en la mañana.
"Asegúrense que los preparativos estén listos ahora...no queremos que la gente salga y esté merodeando en la oscuridad", instó Penelas a los residentes.