WASHINGTON.- Un mes después del inicio de las operaciones, Washington afirmó el domingo que aumentó sus tropas terrestres en Afganistán y aseguró haber hecho "progresos notables", a pesar de la ausencia de resultados visibles.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, Richard Myers, señaló que hubo un "aumento" del número de fuerzas estadounidenses desplegadas en tierra, y destacó que ello era indispensable para realizar ataques más precisos.
"Cuanto más hombres tengamos en tierra tanto mejor emplearemos nuestra potencia aérea contra las líneas de los talibanes", dijo.
El general Myers señaló también que Washington había ubicado más hombres al lado de la oposición armada afgana, cuyo papel se considera decisivo para desestabilizar a los talibanes, que controlan la mayor parte del territorio y la capital, Kabul.
Myers rechazó igualmente los numerosos cuestionamientos sobre la falta de resultados constatables de estas operaciones para debilitar a los talibanes y destruir la red Al Qaida del extremista islámico Osama bin Laden, a pesar de la utilización de armas cada vez más poderosas, como las bombas de fragmentación o los bombarderos B-52.
El general desmintió especialmente las informaciones de la revista New Yorker, según las cuales doce miembros de un comando estadounidense habrían sido heridos en enfrentamientos más violentos que los previstos cerca de Kandahar, el feudo de los talibanes. "Ningún soldado fue herido por los talibanes" en el curso de esta operación, aseguró.
La campaña militar "se desarrolla exactamente de acuerdo con los planes", continuó Myers, quien añadió que "somos nosotros los que tenemos la iniciativa, no los talibanes".
El responsable militar reconoció, sin embargo, que los talibanes "aún tienen fuerzas considerables" y agregó que la campaña "va a durar mucho".