BRUSELAS.- El aeropuerto Zaventem de Bruselas reforzó hoy, lunes, con 150 agentes de policía sus efectivos de seguridad ante la posibilidad de que se produzcan incidentes tras el anuncio de un nuevo plan de rescate de la empresa, previsto para esta semana.
Un portavoz del Ministerio belga del Interior ha señalado que esta medida "es habitual y ya se ha tomado en ocasiones anteriores cuando se prevén problemas en el aeropuerto".
La semana que comienza hoy es crucial para el futuro de la compañía belga de aviación Sabena, ya que el temido plan de rescate que tiene previsto presentar la dirección puede acarrear la pérdida de 6.000 de los 12.000 puestos de trabajo de la compañía.
La prensa belga se hace eco de este hecho y señala que "sólo un milagro" puede impedir un "destino fatal".
En un principio, la presentación de dicho plan de rescate está anunciado para el próximo día 8 aunque, debido a las presiones, podría precipitarse en las próximas horas.
El futuro de Sabena, en suspensión de pagos, podría pasar por la creación de una nueva aerolínea.
Durante los últimos días se ha asegurado que Sabena puede encontrar una solución parecida a la obtenida para Swissair, es decir, la refundación de la empresa a partir de una filial, y que en el caso de la compañía belga se trata de la empresa DAT, perteneciente a su grupo.
Antes se conocería la quiebra definitiva de la aerolínea de bandera belga, que podría "renacer" como una nueva compañía aérea radicada en Bruselas que asumiría parte de los activos y las rutas de aquella.
Sabena está en suspensión de pagos desde el pasado 5 de octubre, cuando el Tribunal de Comercio de Bruselas admitió la solicitud correspondiente, aunque este dio únicamente dos meses de plazo para que los responsables de la aerolínea presenten un plan de reestructuración de la compañía.
En el caso de que no se presente ese plan o sea considerado inviable se daría paso a la declaración de quiebra y la liquidación de la aerolínea, según precisaron fuentes judiciales.
Sabena recibió a principios de octubre una inyección de capital de 125 millones de euros en forma de un crédito especial concedido por su principal accionista, el Estado belga, para hacer frente a sus necesidades de tesorería -pago de salarios y de operaciones corrientes- y que fue autorizado por la Comisión Europea.
Por otro lado, Sabena anunció la pasada semana la suspensión de nuevas líneas consideradas poco rentables hacia EE.UU., Africa y también las de Dublín y Oporto (Portugal).
Anteriormente, la compañía aérea belga ya había suspendido otras líneas consideradas poco rentables y con destinos a Tokio, Washington, Beirut, Verona, Sevilla, Faro, Belfast, Moscú, Sofía y Bucarest.
