LIMA.- El Presidente peruano, Alejandro Toledo, cumplió sus primeros 100 días de gobierno sin encontrar, al parecer, el rumbo que debe dar el país, sumido aún en una aguda crisis económica y las secuelas de un escándalo de corrupción, coincidieron este lunes algunos analistas.
Toledo asumió el 28 julio tras ganar los comicios convocados por el ex presidente Alberto Fujimori en un esfuerzo por salvar su recién iniciado tercer mandato consecutivo.
Fujimori había sido destituido por el Congreso como corolario del peor escándalo de corrupción del país -provocado por su ahora preso ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos- mientras el país luchaba por encontrar la estabilidad política.
Pese a que los peruanos apostaron a Toledo, sus primeros tres meses de gestión parecen no haber rendido los frutos esperados por los electores, cayendo drásticamente su popularidad.
"La incertidumbre es la mayor enemiga del gobierno en estos momentos", dijo a Reuters el analista económico Edgard Vásquez, de la consultora local privada "Maximixe".
Pese a ganarse aplausos por su lucha contra la corrupción que detonó Montesinos, el Mandatario no logra revertir el ambiente de incertidumbre en este país de 26 millones de habitantes.
Tras cumplir el domingo 100 días en el poder, Toledo, de 55 años, enfrenta críticas por la presunta falta de liderazgo en el gabinete y el partido de gobierno, que se han enfrentados en más de una vez por algunas iniciativas legislativas.
Otra de las criticas contra Toledo, avivada por lideres de la oposición, gira en torno a su sueldo como Presidente, fijado en 18.000 dólares mensuales por el mismo gobierno en medio de un anunciado aumento de 14 dólares mensuales para los maestros estatales, policías y trabajadores del sector salud.
Y uno de sus mayores logros, la recaudación de 1.800 millones de dólares en una mesa de donantes de países amigos y en cooperación y préstamos de orgamismos multilaterales para programas sociales y reactivación económica, fue opacado por una denuncia de nepotismo en el entorno de Toledo.
"No se puede hablar de un éxito porque 100 días es poco, pero hay una sensación de falto de rumbo en el país", dijo el fin de semana el ex presidente Alan García, líder de la primera fuerza política opositora del país y ex rival de Toledo en las últimas elecciones presidenciales.
Gobierno pide paciencia
En este ambiente, la prensa local también se sumó a la incertidumbre. "Nada que celebrar", tituló este lunes el diario "Ojo", con uno de los mayores tirajes en el país.
"A los 100 días hay desconcierto pese a avances del gobierno", dijo por su lado el conservador "El Comercio", el periódico más influyente de Perú.
Por ello, el primer ministro de Perú, Roberto Dañino, salió a defender las acciones de Toledo, quien gobierna, dijo, en un contexto adverso tras los atentados en Estados Unidos que repercutirán en una baja en los precios de las materias primas peruanas.
La mitad de las exportaciones del país de 7.000 millones de dólares proviene de ventas de minerales y productos pesqueros. En los primeros ocho meses del año, la economía local se contrajo 1,2 por ciento frente a 3,1 por ciento el 2000.
"Nosotros no podemos dar resultados inmediatos, lo que estamos haciendo es sentar las bases para dar un desarrollo económico y social sostenido. Eso lamentablemente no va a satisfacer las necesidades de la gente en lo inmediato", dijo Dañino en una entrevista con la radioemisora local "CPN".
El funcionario resaltó el programa "A Trabajar" impulsado por Toledo para dar 400.000 empleos temporales, un plan para construir casas baratas y la construcción de caminos rurales.
Aunque Toledo se esfuerza por calmar las expectivas de la población hasta con dos mensajes a la nación televisados en menos de un mes, sondeos recientes señalan que el respaldo de los peruanos a la gestión del Presidente cayó hasta 17 puntos porcentuales a entre 40 y 42 por ciento.
"Yo estoy desilusionado. Yo vote por él (...) debería tratar de ser más sincero, de apoyar más lo que dijo en la campaña", dijo Walter Castillo, un vigilante de 36 años. "Hay que darle una oportunidad. Hay que entender que el país no estuvo en su mejor momento. Yo tengo paciencia", dijo por su parte Roberto Melgarejo, vendedor de café de 24 años.