LONDRES.- Estados Unidos aún se halla en estado de alerta debido a los ataques con ántrax, pero otro agente de guerra biológica mucho más letal se convirtió este martes en el centro de atención de la comunidad científica mundial: la viruela y sus catastróficas consecuencias.
Científicos especializados en armas biológicas de la ex Unión Soviética llamaron para que se lleve a cabo una vacunación masiva contra el virus de la viruela, tras admitir que los mal remunerados expertos rusos podrían verse tentados por sustanciosas ofertas hechas por grupos mezquinos que desean disponer de su experiencia en patógenos letales.
Estados Unidos comenzó a vacunar contra la viruela a muchos empleados del servicio médico como medida precautoria en caso de un ataque con viruela, enfermedad que se declaró erradicada a escala mundial en 1981.
La viruela es una de las armas biológicas más temidas debido a la velocidad con que se propaga y el índice de mortalidad que ocasiona. La enfermedad es transmisible de persona a persona, a diferencia del ántrax y basta con inhalar pequeñas partículas del virus para contagiarse.
"Se transmite con sólo compartir el mismo espacio", dijo en una entrevista Brian Duerden, director médico del Servicio Laboratorio de Salud Pública de Gran Bretaña (PHLS, por sus siglas en inglés), que es la entidad que vigila las enfermedades infecciosas en ese país.
Estados Unidos y Rusia poseen las únicas muestras autorizadas de viruela para fines científicos. Dichas muestras se hallan guardadas bajo estrictas medidas de seguridad. Pero hay científicos que temen que países como Corea del Norte e Iraq puedan tener muestras del virus.
Lev Sandakhchiyev, director del Instituto Vektor de Rusia, que es la institución donde se guardan las muestras rusas de viruela, dijo el lunes a un grupo de periodistas que el sistema de salud mundial no estaba preparado para lidiar con un gran brote de viruela.
"Todo lo que se necesita es un fanático enloquecido en una zona densamente poblada", dijo durante la conferencia de prensa.
Por su parte, Donald Ainslie Henderson, ex director de la Unidad de Erradicación de la Viruela de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se dice fue el organismo que eliminó la mortal enfermedad, estimó que bastarían seis semanas para "sembrar" casos de viruela en todo el mundo.
"El lanzamiento de una bomba atómica causaría muertes en una zona específica, pero un ataque con viruela podría diezmar a la población mundial", dijo Henderson al escritor Richard Preston durante una entrevista en 1999 para la revista "The New Yorker", cuando aún el bioterrorismo pertenecía al campo de la ciencia ficción.
"Sería terrible que una organización terrorista poseyera el virus de la viruela. Es un virus muy contagioso y virulento", dijo Simon Whitby, del departamento de estudio de paz de la Universidad Bradford, en el norte de Inglaterra.
"Literalmente hablando, podría ocasionar millones de muertes", añadió.
Según Duerden, del PHLS, la única terapia contra la viruela es la prevención mediante una campaña de inmunización. Las personas infectadas pueden ser vacunadas dentro de los cuatros días siguientes a la exposición al virus.
La mayoría de los médicos nunca ha visto un caso de viruela y tendría dificultades para diagnosticarla rápidamente. Esto ha hecho que funcionarios de salud a ambos lados del Atlántico comiencen programas de educación para que los médicos puedan reconocer la enfermedad.
Cada persona infectada puede transmitir el virus a otras 20. La tasa de mortalidad va del 15 al 50 por ciento. La vacunación masiva contra la viruela se extendió durante la década de 1970, lo que indica que quienes tienen más de 30 años pueden poseer alguna protección contra el virus. Pero los científicos están en desacuerdo sobre la efectividad de la vacuna con el transcurrir de los años.
Los jóvenes no tienen protección contra el virus porque la viruela no se halla entre el arsenal de vacunas con que se inmuniza a los niños hoy en día.
La OMS, que ha descartado una campaña de vacunación masiva, estima que los gobiernos tienen reservas de alrededor de 90 millones de dosis de vacunas antivariólicas, pero algunas ya pueden haber perdido su efecto.
Las acciones de las compañías que fabrican vacunas antivariólicas han aumentado desde los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.
La viruela produce síntomas parecidos a la gripe, como fiebre alta, fatiga, escalofríos y una erupción cutánea principalmente en la cara y las extremidades. El período de incubación es de unos 12 días.