PARIS.- El avión supersónico Concorde volverá a surcar los cielos este miércoles tras quince meses de paro forzoso, con dos vuelos comerciales casi sincronizados de las compañías "British Airways" (BA) y "Air France", con destino a la ciudad de Nueva York.
El primer avión, de "Air France", despegará a las 10.30 (09.30 GMT) del aeropuerto parisino de "Roissy Charles de Gaulle", para llegar a Nueva York a las 08.25 horas locales.
El vuelo, que contará con 92 pasajeros, entre ellos el duelo de "Air France", Jean-Cyril Spinetta, y el ministro francés de Transportes, Jean-Claude Gayssot, significará la vuelta de la explotación comercial del legendario aparato, con cinco vuelos cada semana.
Uno de los Concorde de British Airways partirá por su parte desde Londres a las 10.30 GMT, con un grupo de selectos clientes y una representación de la prensa anglosajona, invitados por la compañía. Esta iniciará, sin embargo, sus vuelos comerciales Londres-Nueva York el próximo viernes.
Un segundo Concorde de la compañía inglesa, fletado para el Primer Ministro Tony Blair, volará a su vez pocas horas después este miércoles, con dirección a Washington, donde se entrevistará con el Presidente estadounidense George W. Bush.
La jornada de mañana tendrá ribetes de fiesta promocional para la compañía británica, que posee 7 aviones, mientras que "Air France", con cinco aparatos, es más comedida en su campaña publicitaria.
Una conferencia de prensa está prevista en Nueva York con los presidentes de "British Airways" y "Air France", acompañados por los ministros de Transportes francés y británico y que contará con la asistencias del alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.
Giuliani ha confesado recientemente que se "moría de ganas" de volar a bordo del supersónico francobritánico, cuya explotación podría prolongarse aún unos diez años.
El renacimiento del Concorde (el único avión supersónico explotado en la historia de la aviación civil) es la culminación de más de un año de investigaciones y pruebas sufragadas por industriales, el grupo europeo EADS, británico BAE Systems y el fabricante de neumáticos Michelin.
El Concorde dejó de volar poco después del accidente del 25 de julio de 2000 en las afueras de París, que causó 113 muertos. Desde entonces, ha sufrido
una revisión completa de sus medidas de seguridad: un revestimiento de kevlar de sus depósitos de carburante, nuevos neumáticos Michelin, y el refuerzo de la protección de cables.
La decoración del aparato, que ya tiene más de 30 años, ha sido renovada igualmente. A pesar de ello, y de su legendaria esbeltez, el Concorde sigue siendo un avión extremadamente contaminante y ruidoso.
El Concorde nunca llegó a ser verdaderamente rentable, ni para "British Airways" ni para "Air France". De hecho, el avión representaba antes del accidente unos ingresos de 8,1 a 16,2 millones de euros al año (entre 7,2 y 15 millones de dólares) para la compañía británica y de 1,5 a 3 millones de euros (entre 1,4 y 2,7 millones de dólares) para el caso de la francesa Air France.