WASHINGTON.- Estados Unidos criticó severamente la negativa del gobierno libanés a congelar las cuentas del movimiento Hezbola, considerado por Washington como una organización terrorista, pero señaló que por el momento no considera ninguna respuesta contra ese movimiento.
"La neutralidad no es una posición aceptable. No se puede condenar, por un lado, a Al Qaeda (la red de Osama bin Laden) y, por otro, abrazar a Hezbola o a Hamas", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
Agregó que el presidente estadounidense, George W. Bush, explicaría claramente su posición al respecto el sábado durante su intervención ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
"Aprecia mucho las expresiones de simpatía, pero es importante que todas las naciones sepan que Estados Unidos y el presidente Bush esperan más de ellas", dijo.
El portavoz subrayó, sin embargo, que Estados Unidos no estaba dispuesto en esta fase de la guerra contra el terrorismo a ampliar el campo de las hostilidades más al de Afganistán.
"El presidente declaró que por el momento estábamos en la fase inicial de la guerra contra el terrorismo, dirigida contra Al Qaeda, los talibanes y Afganistán. Y en esta fase no está dispuesto a ir más allá", afirmó Fleischer.
El primer ministro libanés, Rafic Hariri, afirmó que el gobierno libanés tenía previsto continuar "insistiendo en la distinción que hace desde hace varias semanas entre las organizaciones de resistencia y las organizaciones terroristas".
En su opinión, Hezbola es un movimiento de resistencia.
Es la primera vez que un país responde tan explícitamente de forma negativa a un pedido de Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre.