GAZA.- La Autoridad Nacional Palestina (ANP) acusó hoy a las fuerzas de seguridad de Israel de violar sistemáticamente el alto el fuego en los territorios autónomos, donde hoy mataron a un activista islámico e hirieron otros diez en una aldea cisjordana.
“El incumplimiento del cese de hostilidades continúa, así como las agresiones por parte del Ejército israelí y los colonos judíos”, dice un comunicado oficial de la ANP, difundido hoy en Gaza.
El Presidente palestino, Yasser Arafat, y el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, acordaron un alto el fuego en septiembre pasado -poco después de los atentados del 11 de ese mes en EE.UU.- ante las presiones de la administración estadounidense, que de hecho no respetó ninguna de las partes.
El comunicado de la ANP fue emitido en reacción a la muerte esta madrugada de Yusuf Reijan, del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS), en un enfrentamiento con fuerzas de elite del Ejército israelí que habían cercado su casa en la aldea de Tell (también conocida como A-Til), en el distrito cisjordano de Naplusa, donde también hirieron a una decena de habitantes y detuvieron a otros 30.
La operación militar fue lanzada después de que un palestino armado matara anoche a un israelí e hiriera a otro a la entrada de la cooperativa rural Kfar Hess, en el centro de Israel, a unos 20 kilómetros de la ciudad cisjordana de Kalkilia.
El alcalde de la ciudad de Naplusa, Mahmud el-Alul, dijo a EFE que fuerzas israelíes invadieron Tell -bajo control de la ANP- apoyadas por tanques y dispararon contra viviendas de la aldea, causando graves daños materiales.
Tell es conocida por los organismos de seguridad israelíes como “un foco importante de apoyo a HAMAS” en el norte de Cisjordania y fue base para la planificación de numerosos atentados terroristas y ataques armados contra colonos judíos, informa hoy el diario independiente Haaretz.
El rotativo de Tel Aviv destaca hoy que el Ejército israelí decidió intensificar las operaciones de sus comandos especiales y policiales para “luchar contra el terrorismo” en Cisjordania. Esos comandos de elite operarán en zonas A (bajo control exclusivo del Gobierno de Yaser Arafat) y en las zona B.
En la zona B se hallan la mayoría de las 450 aldeas de Cisjordania, controladas por la administración civil de la ANP y sus fuerzas policiales, pero en las que la “seguridad general” está a cargo del Ejercito israelí, según los acuerdos de autonomía.
Dichas operaciones serán puntuales, durarán menos de 24 horas -aparentemente para eludir condenas de la comunidad internacional- y se llevarán a cabo en su mayor parte en los pueblos bajo control exclusivo de la ANP, que representan menos del cuatro por ciento de la superficie de Cisjordania y en la zona B.
El jefe del gabinete de Arafat, Ahmed Abdel Rahmán, acusó hoy, con motivo de la invasión de Tell, al Gobierno israelí de ser “responsable de la escalada de violencia en la zona y de la agresión contra el pueblo palestino”.
El principal objetivo de las Fuerzas Armadas israelíes, explican fuentes del Gobierno, es “buscar y capturar terroristas”, una obligación que asumió Arafat al pactar el alto el fuego.
“Lo que no hace Arafat lo haremos nosotros”, advirtió días atrás el Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, en el Parlamento (Kneset).
Las tropas israelíes siguen desplegadas en Jenín y Tulkarem, en Cisjordania, dos de las seis ciudades autónomas que el Ejército ocupó hace casi un mes, tras el asesinato del ministro de Turismo, Rejavam Zeevi, a manos de radicales palestinos.
Arafat calificó ayer domingo en la Asamblea General de la ONU a Israel como un “Estado terrorista” que practica la “limpieza étnica” e instó a la comunidad internacional a enviar una fuerza de observadores para vigilar el cumplimiento del alto el fuego en Cisjordania y Gaza.
Esa petición ha fracasado en tres ocasiones, desde el comienzo del alzamiento (intifada) contra la ocupación israelí hace casi catorce meses, por el veto de EEUU en el Consejo de Seguridad.
