MADRID.- El Presidente del Gobierno español, José María Aznar, confió hoy en que en la Cumbre Iberoamericana de Lima se alcance un “compromiso claro” de aportación a la lucha contra el terrorismo y la determinación de impulsar políticas económicas de “apertura, estabilidad y liberalización”.
En la inauguración del III Foro Europeo de Empresas Latinoamericanas, Aznar reiteró su compromiso con Iberoamérica, aunque advirtió de que “nadie debe pensar que sólo con la ayuda de fuera se puede solucionar la delicada situación económica”, por lo que aconsejó adoptar las decisiones necesarias para restablecer la confianza.
Aseguró que la clave para una economía estable y de crecimiento es eludir la “tiranía del corto plazo” y mantener los parámetros de confianza y coherencia.
En su intervención en este foro, organizado por la Bolsa de Madrid y el Latibex (mercado de valores latinoamericanos en euros), Aznar advirtió de que en un mundo globalizado es un “gravísimo error cerrarse sobre uno mismo y vivir sólo pendiente de la realidad doméstica” y apostar por el proteccionismo y el aislamiento.
Así argumentó que, ante la crisis internacional y la desaceleración económica, “acierta” quien apuesta por “más apertura, más cooperación internacional, más crecimiento económico y más solidaridad” y que es preciso “recuperar la confianza y mantener y fortalecer la coherencia” de las decisiones de política económica.
También expuso que las prioridades básicas de la presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2002, entre las que señaló la lucha contra el terrorismo, la aplicación del euro y la definición de los asuntos primordiales en materia política, exterior y comercial.
Para Aznar, estos asuntos primordiales deben centrarse en las relaciones con Rusia, el diálogo Euro-Mediterráneo y, paralelamente al gran fortalecimiento del vínculo entre Europa y Estados Unidos, la relación transatlántica con Iberoamérica, hoy “todavía más importante e indispensable desde un punto de vista de la seguridad”.
Aseguró que la relación de España con Iberoamérica es “no sólo por vocación, sino por obligación”, y envió un “mensaje claro y de confianza” asegurando que España apoyará a Iberoamérica “en los momentos de bonanza y el los momentos difíciles”.
Fue entonces cuando advirtió de que “nadie puede pensar que sólo con ayuda de fuera se puede superar la situación delicada de algunas economías” y de que, en estos momentos, “hace falta tomar la decisión de ayudarse a sí mismo y que no se pierda el rumbo”.
También aconsejó “no equivocarse en el rumbo ni la orientación” y subrayó que en Iberoamérica los parámetros deben ser también los de confianza, estabilidad, liberalización, apertura y reformas estructurales.
Aseguró que, por parte de España, “todos los esfuerzos que se puedan hacer de cooperación para recuperar confianza bilateral han sido hechos y se seguirán haciendo, pero hace falta restablecer las decisiones políticas y económicas que garanticen el restablecimiento de esa confianza y estabilidad”.
Así, precisó que de la Cumbre Iberoamericana de Lima, del 23 y 24 de noviembre, “deben salir dos mensajes bien claros”, el primero de los cuales es “el compromiso iberoamericano en todo aquello que signifique la lucha contra el terror y la aportación iberoamericana a todos los esfuerzos que se hacen para erradicar el terrorismo”.
El segundo mensaje debe ser, según Aznar, el que “todas las economías se basen esencialmente en los principios de la apertura, la estabilidad y la liberalización”.