LA PAZ.- Los ex cancilleres de Bolivia, Guillermo Bedregal y Antonio Araníbar, se mostraron partidarios de aprovechar la posible exportación de gas natural a Estados Unidos y México por puertos chilenos para lograr una solución a la centenaria demanda boliviana de un acceso propio al mar.
"Debiéramos buscar una solución trinacional (Bolivia, Perú, Chile) con solución del problema del acceso soberano al oceáno Pacífico", dijo Araníbar a la privada Agencia Fides.
Para Bedregal, la exportación de gas boliviano "es un tema relativo a la nacionalidad y no simplemente un negocio entre privados como lo entiende el (actual) presidente Jorge Quiroga".
Los criterios de los ex ministros de Relaciones Exteriores se produjeron luego de conocida la postura del mandatario chileno, Ricardo Lagos, de separar el tema de la demanda marítima boliviana de una posible negociación para el uso de puertos chilenos en el multimillonario proyecto de exportación de gas natural boliviano.
El criterio del mandatario chileno es compartido por el también ex canciller boliviano Ronald Maclean, para quien se trata de "dos temas distintos".
Bolivia perdió 120.000 km2 de teritorio y su litoral Pacífico, tras la guerra que, aliado de Perú, lo enfrentó con Chile entre 1879 y 1884.
Por decisión unilateral y tras fracasar su enésimo reclamo a Santiago por conseguir una salida soberana a ultramar, La Paz rompió relaciones diplomáticas con Santiago en 1978. Desde entonces ambos vecinos carecen de vínculos formales.
Por su parte y para tener más gravitación en el Pacífico, La Paz propuso un nuevo tratado bilateral con Chile para habilitar los puertos chilenos de Iquique, Tocopilla y Mejillones, que antes de la guerra pertenecieron a Bolivia.
La posibilidad de exportar gas boliviano a Estados Unidos y México ha originado en los últimos tres meses una suerte de competencia entre Perú y Chile para formar parte del multimillonario proyecto que demandará una inversión de entre 5.000 y 7.000 millones de dólares.
El presidente de Perú, Alejandro Toledo, ha previsto para principios de enero próximo una visita a Bolivia, durante la cual abordará, entre otros, el tema con su homólogo boliviano.
La posición oficial del gobierno boliviano, dada a conocer con anterioridad por el propio presidente Quiroga, es que la ruta del gasoducto y el puerto de la planta de licuefaccción de gas en el Pacífico, dependerá de criterios técnicos y financieros de las empresas que manejen el proyecto.
En última instancia esos aspectos serán definidos por el consorcio petrolero conformado para la exportación de gas a la costa norte del Pacífico, integrado por la hispano-argentina Repsol-YPF, las inglesas British Gas y British Petroleum y la francesa Total Fina ELF.
Las petroleras que operan en Bolivia desde mediados de los ’90 controlan en conjunto la mayoría de las reservas de gas natural que en total alcanzan a los 46,8 trillones de pies cúbicos.