BOGOTA.- Guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) dinamitaron este viernes un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, el segundo en importancia del país, informaron las autoridades.
El atentado, que se produjo en una zona rural a la altura de la localidad de Arauquita (400 Km al noreste de Bogotá, cerca de la frontera con Venezuela), es el séptimo que cometen las FARC contra el ducto en lo que va de noviembre, señaló el comando del Ejército en un comunicado.
A lo largo del año, la tubería ha sido dinamitada en al menos 159 ocasiones por las FARC y el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), agregó el reporte castrense.
Debido a esos ataques, el oleoducto, de 780 Km de longitud, ha quedado fuera de servicio durante 191 días, lo cual ha representado pérdidas superiores a los 400 millones de dólares, según fuentes oficiales.
El campo es operado por la multinacional estadounidense Occidental Petroleum (Oxy) en asociación con la estatal Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol), y produce diariamente 105.000 barriles de crudo, una de las principales fuentes de divisas del país andino.
Una cadena de atentados contra el Caño Limón-Conveñas obligó hace un mes a la Oxy a suspender la producción de petróleo y a declarar el estado de "fuerza mayor", un recurso legal para justificar posibles incumplimientos en las exportaciones.
El Ejército informó que el petróleo que se derramó a raíz del atentado de este viernes afectó varias hectáreas de cultivos de arroz y una quebrada de Arauquita.
Asimismo, indicó que ingenieros de Ecopetrol trabajan la reparación del ducto.
Las FARC, la mayor guerrilla del país con unos 16.500 efectivos, se hallan comprometidas en un proceso de paz sin cese al fuego con el Gobierno del Presidente Andrés Pastrana desde el 7 de enero de 1999.
Sin embargo, el diálogo está sumido en una profunda crisis desde hace un mes, a raíz de la negativa rebelde a volver a la mesa hasta que el Mandatario suspenda los controles militares en torno a la zona del despeje del sur del país, sede del diálogo de paz y bajo control guerrillero desde hace tres años.