KABUL.— Los líderes de la Alianza del Norte pidieron el lunes a las Naciones Unidas que proponga a algunos representantes de la etnia más estrechamente vinculada con el Talibán, para que asistan a un encuentro a fin de conformar un nuevo gobierno en este país.
La alianza, conformada principalmente por tayiks, uzbecos y hazaras, accedió a participar en las conversaciones auspiciadas por la ONU, probablemente en Europa, sobre el establecimiento de un gobierno amplio y multiétnico.
Sin embargo, la dominante etnia pashtún podría rechazar un gobierno así, a menos que los miembros de ese grupo tengan un papel relevante. No ha sido anunciada la sede ni la fecha del encuentro, pero una fuente diplomática paquistaní, que solicitó permanecer anónima, dijo que la reunión podría comenzar el 24 de noviembre en Alemania, "más probablemente en Berlín".
El ministro del exterior de la alianza, doctor Abdulá, dijo que su grupo no tenía en mente "candidatos específicos" para representar a la comunidad pashtún, y que la ONU debía encontrar a esos delegados.
Abdulá dijo a la AP que la única condición de la alianza era que ningún ex líder del Talibán fuera seleccionado como representante pashtún.
La semana pasada, la Alianza del Norte tomó Kabul luego que los talibanes huyeron de la ciudad, tras los intensos bombardeos por parte de la aviación estadounidense.
El líder de la Alianza del Norte, el ex presidente Burhanudin Rabani, proviene de la etnia tayik. La mayoría de los talibanes son pashtunes.
La misión de encontrar una opción pashtún representativa que participe en un gobierno de base amplia ha resultado difícil.
El Talibán ahorcó a Abdul Haq, un ex guerrillero y líder pashtún, apenas dos semanas antes de la caída del régimen. Haq se encontraba en el centro de Afganistán, cerca de Kabul, la capital, tratando de unir a su etnia contra los talibanes.
Hamid Karzai, otro líder pashtún, quien encabeza la gran tribu Popolzai en la sureña ciudad de Kandahar, bastión de los talibanes, ha tratado también de conformar una representación de su etnia.
Sin embargo, hasta el momento no ha surgido una figura en la comunidad pashtún que tenga amplia aceptación como líder. Las rivalidades tribales y personales han obstaculizado los esfuerzos de los líderes pashtunes de presionar al Talibán a que abandone Kandahar, la última gran ciudad que está bajo su control.
Estados Unidos y los socios de su coalición habían confiado en que el rey afgano en el exilio, Mohamad Zaher Sha, asumiría un papel de liderazgo y haría posible una conferencia entre todas las partes, bajo el auspicio de la ONU.
Sin embargo, el monarca, quien es pashtún, tiene 87 años de edad y ha vivido en el exilio en Roma durante más de 30 años. Los esfuerzos para que Shah concentre un apoyo amplio han avanzado poco.
Incluso los simpatizantes del rey no consideran factible un retorno a la monarquía.
El régimen de Rabani había expresado sus reservas de que el rey desempeñara un papel de líder, ni siquiera para la conformación de un consejo, pero cedió ante la presión estadounidense.
La alianza solicitó también que la reunión fuera sostenida en Kabul, y que el rey asistiera sólo como ciudadano privado. No obstante, Abdulá accedió el domingo a que el encuentro se lleve a acabo fuera de Afganistán, luego de una serie de conversaciones con el enviado norteamericano James F. Dobbins.
"Preferíamos Kabul, pero dado que éste es el primer encuentro después de todos estos sucesos, no quisimos que la sede fuera un obstáculo", dijo el lunes Abdulá. Añadió que Zaher Sha podría cumplir un papel importante en la reconciliación nacional.