WASHINGTON.- Estados Unidos volvió a enfocar su atención en el proceso de paz del Medio Oriente, mientras el Presidente George W. Bush reiteró uno de los reclamos claves de Washington: que el Presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat acabe con la violencia anti-israelí.
"También es importante que le recordemos al señor Arafat que para que las discusiones de paz se reanuden, el nivel de violencia debe reducirse sustancialmente", dijo el Mandatario tras una reunión con su gabinete.
"Estamos trabajando duro no sólo con los palestinos, sino también con otros que tienen interés en la región y en reducir la violencia para que las conversaciones de paz puedan comenzar con relativa seguridad", prosiguió.
Más temprano, el secretario de Estado Colin Powell prometió un mayor involucramiento de Estados Unidos en el Medio oriente, comenzando con el envío de dos emisarios a la región, pero reclamó concesiones tanto de Israel como de los palestinos.
La intifada -levantamiento palestino- contra la ocupación y la colonización israelí iniciado hace 14 meses, ya se cobró casi 1.000 vidas, en su mayoría palestinas.