MOSCU.- Las autoridades rusas no descartaron hoy ninguna hipótesis tras el accidente de un avión de pasajeros Il-18 que le costó la vida a sus 27 ocupantes, pero parecen inclinarse por la de un atentado terrorista.
El primero en apuntar la posibilidad de un atentado como causa de la tragedia aérea fue el director del Departamento de Aviación Civil de la región siberiana de Krasnoyark, Víctor Osípov.
Según Osípov, los tripulantes del cuatrimotor turbohélice en ningún momento informaron de problemas a bordo, por lo que no debe desecharse la hipótesis de un atentado.
El ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia declaró que es "prematuro" adelantar versiones sobre las causas del accidente del avión de pasajeros.
Pero, al mismo tiempo, fuentes de esa cartera indicaron que algunos de los fragmentos de la nave recuperados por los socorristas que trabajan en el lugar del accidente parecen indicar que se trató de un atentado terrorista.
El avión, con 9 tripulantes y 18 pasajeros, desapareció de los radares a la 21.24 hora local (18.24 GMT) de ayer cuando volaba a 7.800 metros de altura y se encontraba a unos 150 kilómetros de aeropuerto moscovita "Domodiédovo", su punto de destino.
"Estaba junto a una ventana y de repente vi una bola de fuego en el cielo, oí un ruido y, al cabo de unos instantes, se produjo una explosión", dijo a la cadena de televisión NTV un testigo de la catástrofe aérea.
El avión siniestrado, con número de matrícula RA-75840, era propiedad de un empresario siberiano y cumplía un vuelo chárter entre Jatanga, región de Krasnoyarks, y la capital rusa.
Los restos del Il-18 quedaron esparcidos en un radio de dos kilómetros, junto a la frontera administrativa de las regiones de Yaroslav y Tver, vecinas de la provincia de Moscú.
"Tras estrellarse, los restos del avión no ardieron ni diez minutos", narró un lugareño a la NTV.
Al lugar del siniestro se desplazaron anoche equipos de rescate que hacia el mediodía de hoy habían conseguido recuperar los restos de 10 de los 27 ocupantes del avión, así como las tres "cajas negras" de la nave.
Un miembro de la comisión que investiga el accidente indicó que las tres "cajas negras" están en buen estado, por lo que los expertos confían en que lograrán descifrar los datos que contienen.
Los aviones Il-18, con capacidad para transportar hasta 120 personas, comenzaron a producirse en la Unión Soviética por la oficina de diseños Iliushin en la segunda mitad de la década de los años 50 y fueron los primeros turbohélices soviéticos de pasajeros.
"De todos los aviones turbohélices de pasajeros de primera generación, el Il-18 es el más seguro de todos", afirmó hoy un portavoz de la empresa aeronáutica Iliushin.
Según la empresa, desde 1976 no se ha producido ningún accidente de un Il-18, que se emplea tanto en la aviación civil como en las fuerzas aéreas, por desperfectos o problemas técnicos.
Entre 1959, año en que fueron incorporados al parque aéreo de la URSS, y 1977, los Il-18 protagonizaron 16 catástrofes, de las cuales cinco se produjeron en maniobras de aterrizaje con condiciones meteorológicas adversas en zonas montañosas.
El 25 de octubre del año pasado un Il-18 de la Fuerza Aérea de Rusia se estrelló contra un montaña cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto georgiano de Batumi, accidente en el que murieron 86 personas.
Según las estadísticas oficiales, en los 18 accidentes sufridos por aviones Il-18, incluido el de anoche, han muerto 1.302 personas.