GINEBRA.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé un fuerte aumento entre la población afgana de problemas respiratorios, enfermedades relacionadas con el embarazo y diarreas, por lo que un equipo de expertos está evaluando la situación para conocer las necesidades más urgentes en el área sanitaria.
Un portavoz de la OMS, Gregory Hartl, explicó hoy, martes, en rueda de prensa que los expertos centran sus trabajos en la salud reproductiva, la supervivencia infantil, la tuberculosis, las enfermedades que se pueden prevenir con vacunas y los cuidados sanitarios de emergencia, incluyendo víctimas de minas.
El personal internacional de la organización está regresando gradualmente a Afganistán y ya han llegado los primeros delegados a Faizabad (norte).
Hartl indicó que se espera poder reanudar lo antes posible las actividades normales de la organización en Afganistán, donde cuenta con ocho oficinas.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), ha podido, tras una interrupción de seis días, reanudar el transporte de ayuda alimentaria desde Pakistán hacia Afganistán.
El primer convoy llegó ayer a Jalalabad y está previsto que hoy llegue otro a Kabul, explicó la portavoz del PMA, Christiane Berthiaume.
En estos momentos el PMA tiene almacenadas 60.000 toneladas de comida en Pakistán, preparadas para ser llevadas a Afganistán, pero la falta de seguridad en los últimos días ha impedido su transporte.
Berthiaume lamento que por el momento las difíciles condiciones en el interior de Afganistán no les permiten ayudar a los seis millones de personas que se calcula necesitan asistencia humanitaria en el país.
Cinco empleados del PMA están ya en Afganistán, uno en Faizabal y cuatro en Kabul y otros 15 llegarán en cuanto la ONU considere que las condiciones de seguridad son las apropiadas.
También el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha reforzado su presencia en Afganistán, con cuatro delegados internacionales que llegaron ayer a Kabul y se unieron a los otros tres miembros de la organización que están en la capital desde mediados de la semana pasada.
Además, desde el 16 de noviembre dos trabajadores internacionales del CICR están en Mazar-e-Sharif (norte) y otros cinco en Faizabad (norte), mientras que se espera la rápida llegada de más personal en los próximos días a Herat (oeste) y Jalalbad (este).
El CICR trabaja en la evaluación de los centros sanitarios para asegurarse de que cuentan con el material necesario, así como en el entierro de los cadáveres abandonados en las calles.
Asimismo, los delegados del Comité han iniciado las visitas a lugares de detención en Kabul y Mazar-e-Sharif para registrar los datos de los detenidos y darles la oportunidad de ponerse en contacto con sus familias.