KABUL, Afganistán.- Cientos de mujeres afganas, desprovistas de sus tradicionales túnicas llamadas burqas, se congregaron este martes en Kabul para reclamar sus derechos, tras cinco años de sometimiento a las leyes del Talibán.
Las mujeres, vistiendo chaquetas de cuero y cubriéndose la cabeza con pañuelos estampados, se congregaron para abogar por el derecho a trabajar, el derecho de sus hijas a estudiar y para tener voz en temas políticos.
Encabezadas por la ex política Saraya Parlika, el plan era realizar una marcha hacia la oficina de las Naciones Unidas en el centro de la ciudad.
Sin embargo, las autoridades de la Alianza del Norte, que capturaron Kabul hace una semana, dijeron que no se les había notificado y postergaron la marcha por una semana.
Fue un comienzo con tropiezos, pero un momento importante para las mujeres que hace tan sólo siete días no podían abandonar sus hogares a menos que estuvieran acompañadas por un hombre y, mucho menos, mostrar sus rostros.
"Dijeron que se trataba de un problema de seguridad pero lo haremos nuevamente la semana próxima", dijo Parlika, mientras los hombres miraban desde las ventanas de sus apartamentos, anonadados ante semejante espectáculo.
Ex maestras, médicas y empleadas públicas conversaban y reían bajo el sol invernal. Todas habían sido despedidas de sus trabajos por el Talibán, el cual prohibió a las mujeres trabajar conforme a su estricta interpretación de la ley islámica.
"Vine aquí para exigir una educación para mi hija", dijo Roya Sherzad, de 43 años. "Yo era maestra, soy culta, educada pero mi hija apenas ha asistido a la escuela".
El Talibán prohibió las clases mixtas y dijo que no tenía recursos para abrir establecimientos educativos para niños y niñas por separado. La mayoría de las mujeres tenían lo mismo en mente.
"No creo que estemos pidiendo demasiado. Queremos un gobierno que le brinde una educación a nuestros hijos y les permita trabajar y vivir la vida en paz", dijo Shukria, ex administradora.
"Necesito mantener a mi familia. Esto no se trata de política, se trata de llevar una vida normal", agregó.