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Murió anciana víctima de ántrax pulmonar

Las autoridades sanitarias carecen de toda pista de cómo esta persona, el décimo octavo caso de ántrax en Estados Unidos, pudo haber entrado en contacto con el agente patógeno de la enfermedad, más aún cuando vivía en una zona rural.

21 de Noviembre de 2001 | 15:46 | Agencias
WASHINGTON.- Una mujer de 94 años, que contrajo misteriosamente ántrax pulmonar, murió esta mañana en el Hospital Griffin en Derby, estado de Connecticut.

Recién hoy autoridades habían informado del estado "sumamente grave" de Ottilie Lundgren quien se convirtió en la quinta persona en morir de ántrax desde que empezó la seguidilla de contagiados.

Las autoridades sanitarias carecen de toda pista de cómo esta persona, el décimo octavo caso de ántrax en Estados Unidos, pudo haber entrado en contacto con el agente patógeno de la enfermedad, más aún puesto que vivía en una zona rural.

El último caso de infección de ántrax se registró en Estados Unidos a comienzos de noviembre, y todo daba para pensar que lo peor de estos ataques de bioterrorismo había pasado.

La mujer sería la segunda víctima de esta mortal enfermedad que no tenía vínculo alguno con el correo estadounidense, ni los medios de prensa o políticos que en las últimas semanas tomaron contacto con cartas que contenían esporas de ántrax.

En octubre, en Nueva York murió de ántrax pulmonar Kathy Nguyen, una inmigrante vietnamita de 61 años que vivía en el Bronx y trabajaba de enfermera en un hospital de Manhattan, sin que las autoridades lograran dilucidar cómo se produjo la infección.

En el caso de la anciana de 94 años, la confusión es aún mayor, pues, si bien se ha confirmado la contaminación con ántrax en la ciudad de Nueva York, donde Nguyen vivía, en Connecticut no ha habido informes previos en tal sentido.

El gobernador Rowland detalló que la anciana no viajaba, pasaba casi todo el tiempo en su casa en Oxford y no había tenido contacto con oficinas postales ni de gobierno, ligadas a los casos anteriores de ántrax. Fue llevada al hospital el pasado 14 de noviembre y tratada de una pulmonía.

Su casa en Oxford, una localidad de 2.000 habitantes al sudoeste de Connecticut, ha sido sellada y está siendo investigada por funcionarios de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que están interrogando a sus amigos y familiares para determinar sus últimos movimientos, dijo el gobernador Rowland.

Cuatro personas murieron desde comienzos de octubre en Estados Unidos a causa de este mal extremadamente inusual, mientras que otras 13 contrajeron ántrax en su mayoría por la vía cutánea, la forma menos peligrosa de esta infección. En estos casos todo indica que los afectados tomaron contacto con correspondencia contaminada con esporas de ántrax.

El carbunco o carbunclo es una enfermedad de origen animal que, cuando las bacterias que lo provocan son manipuladas para ser inhaladas, puede producir la muerte de las víctimas en un 85 por ciento de los casos.

Previamente, se conoció ayer que en la oficina de los senadores estadounidenses Edward Kennedy y Christopher Dodd se hallaron esporas de ántrax, aunque en cantidades muy pequeñas.

Según informes de prensa, las autoridades suponen que las bacterias llegaron a los despachos en correspondencia que entró en contacto con dos cartas enviadas a senadores de las que se confirmó que contenían esporas de ántrax.

En este caso, dada la mínima cantidad de bacterias, las autoridades no recomendaron que los empleados que tomaron contacto con la correspondencia fueran tratados preventivamente con antibióticos, aunque las oficinas sí serán exhaustivamente desinfectadas.

La semana pasada se descubrió un sobre dirigido al senador demócrata Patrick Leahy que contenía esporas de ántrax altamente peligrosas. Sólo la bolsa plástica en la que se colocó la misiva contenía suficientes esporas para matar a dos personas.

Estas esporas son similares e igual de peligrosas que las halladas en la carta destinada al líder de la mayoría en el Senado, Tom Daschle.

La carta enviada a Leahy fue encontrada en un puesto de correos situado a varias millas del Capitolio, en donde se procesa la correspondencia dirigida a los diputados y senadores desde el hallazgo del sobre contaminado para Daschle.
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