SKOPJE, Macedonia.- Tres ministros del gobierno de unidad macedonio renunciaron este jueves a sus cargos, los que podría crear la desestabilización de una coalición que fue creada con dificultad para apoyar el frágil proceso de paz en el país balcánico.
Las renuncias siguieron a la decisión de un partido clave macedonio, el "Social Demócrata", de abandonar el gobierno formado para respaldar un plan de paz de diseñado por Occidente.
Los tres ministros -el canciller Ilinka Mitreva, el ministro de Defensa Vlado Buckoviski y el viceprimer ministro Ilia Filipovski- militaban en ese partido.
El gobierno de coalición creado en mayo unió a los principales partidos macedonios y de la etnia albanesa para tratar de hallar una situación política a la insurgencia albanesa que había amenazado llevar al país a una guerra civil.
Los Social Demócratas sostienen que la razón por la cual se unieron al gobierno -la amenaza de una guerra étnica generalizada- ya no prevalece. El partido dijo que ahora se "concentrará en asuntos parlamentarios", en anticipación de las elecciones generales de enero.
Pero también criticaron al Primer Ministro Ljubco Georgievski por sus "catastróficas políticas económicas", indicando que los Social Demócratas se preparan para una dura contienda electoral.
En sus cartas de renuncia, los tres acusaron a Georgievski de incompetencia.
Este, por su parte, criticó a los Social Demócratas y señaló que su retiro es "una maniobra ingenua e infantil... un truco de mercadotecnia".
"Esta es una puñalada por la espalda para Macedonia, y una aventura peligrosa", dijo el Premier. Se ignora quién reemplazará a los tres ministros.
Los insurgentes albaneses se alzaron en armas en febrero buscando más derechos para la minoría albanesa. La OTAN envió tropas en agosto y supervisó la entrega voluntaria de armas por parte de los rebeldes. Finalmente, la semana pasada, el parlamento aprobó enmiendas constitucionales en favor de la minoría albanesa.
Por otra parte, expertos forenses macedonios, acompañados por funcionarios holandeses del tribunal de crímenes de guerra y representantes de la Unión Europea, continuaban investigando fosas comunes en las que se supone estarían los cadáveres de 13 macedonios.