BANGI, Afganistán.- Comandantes talibanes accedieron el jueves a rendir Kunduz, su último bastión en el norte de Afganistán, y a entregar a todos los combatientes extranjeros que los acompañan en la ciudad, dijo un comandante de la Alianza del Norte. Sin embargo, aún resta convenir los detalles sobre el trato que se dará a combatientes extranjeros.
Los combates en las inmediaciones de Kunduz continuaban tras el anuncio del pacto y las fuerzas de la alianza lanzaron cohetes y cañonearon la ciudad. Vehículos blindados de personal perforaron el frente en medio de los disparos.
Sin embargo, funcionarios de la alianza dijeron que los combates se debieron a problemas de comunicación e insistieron en que el pacto de rendición sigue en pie. El comandante Mohammed Daoud dijo que la lucha estalló cuando las fuerzas talibanas -que desconocían el acuerdo de rendición- quisieron impedir que unos 200 de sus milicianos se rindieran a la alianza, al este de Kunduz.
Los tanques antitalibanes atravesaron el frente de batalla y los proyectiles talibanes cayeron cerca de los refugiados que huían de la ciudad sitiada, el último reducto de la milicia desde que abandonó la capital, Kabul, y la mayor parte del país este mes, tras los bombardeos estadounidenses.
El comandante de la alianza, Atta Mohammed, dijo por teléfono vía satélite desde la ciudad de Mazar-e-Sharif que la rendición de los talibanes ocurrió la tarde del jueves en una reunión con comandantes del Talibán, incluido al viceministro de Defensa Mula Fazil.
Un vocero de Mohammed, Ashraf Nadeem, dijo que la alianza enviará 5.000 combatientes a Kunduz, "posiblemente el sábado" para supervisar la rendición de los talibanes.
"Les dijimos "Están a salvo", los llevaremos a sus provincias", señaló Mohammed.
El destino de los combatientes extranjeros que acompañan a los talibanes en Kunduz deberá resolverse en conversaciones fijadas para el sábado en la ciudad de Mazar-e-Sharif, en control de la alianza, dijo Nadeem. Agregó que los talibanes acordaron entregar a los extranjeros si se les daban garantías de que no serán masacrados.
El asunto ha sido uno de los principales obstáculos para la rendición. Los combatientes -en su mayoría árabes, paquistaníes y chechenos- temen que morirán como otros que lucharon al lado de bin Laden en otras áreas, que cayeron ya en manos de la Alianza del Norte.
Estados Unidos le ha pedido a la alianza abstenerse de aceptar cualquier pacto que permita escapar a los combatientes extranjeros. Y el Presidente paquistaní Pervez Musharraf también está ansioso por evitar una matanza de sus compatriotas aunque su gobierno apoya la guerra contra el terrorismo.
Cruz Roja encuentras entre 400 y 600 cuerpos
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo el viernes que se encontraron entre 400 y 600 cuerpos en la ciudad afgana de Mazar-e-Sharif, en el norte del país, tras su capturada por la opositora Alianza del Norte.
Sin embargo, la portavoz del CICR, Macarena Aguilar, no pudo precisar si los muertos habían sido ejecutados o si fueron víctimas de los enfrentamientos previos a la caída de la ciudad el 9 de noviembre.
"Sé que se han encontrado entre 400 y 600 cuerpos y que hasta el momento enterramos a 300", dijo Aguilar. "No puedo precisar cómo murieron", agregó.
La toma de Mazar-e-Sharif, cerca de la frontera afgana con Uzbekistán, dio paso a un rápido avance de la Alianza del Norte, la cual capturó la manyor parte del país anteriormente controlado por el movimiento radical islámico Talibán.