GINEBRA.- Los equipos de rescate recuperaron los cuerpos de diez personas de entre los restos del avión de la aerolínea suiza Crossair que anoche se estrelló cerca del aeropuerto de Zúrich, según un nuevo balance divulgado por las autoridades locales.
Las fuentes informaron así mismo de que por el momento se ha logrado rescatar de los restos del aparato, un cuatrimotor Jumbolino, a nueve personas heridas, aunque se cree que puede haber más supervivientes.
El vuelo LX3597 de Crossair, con 28 pasajeros y 5 miembros de la tripulación, se estrelló hacia las 22.00 horas del sábado (21.00 GMT), aproximadamente una hora después de haber despegado del aeropuerto Tegel de Berlín, en una zona de bosques en Birchwil, a unos tres kilómetros al este de la terminal aérea de Zúrich.
Cuando se produjo el accidente, el aparato, un Jumbolino con 97 plazas construido por British Aerospace, se encontraba efectuando ya las maniobras de aproximación para aterrizar en el aeropuerto de la ciudad suiza.
Aunque por el momento no se han determinado las causas del accidente, el segundo que sufre la compañía en menos de dos años, cuando se produjo el suceso las condiciones meteorológicas no eran muy buenas en la zona, ya que había niebla, llovía y caía algo de nieve.
Testigos presenciales afirmaron que antes de que el avión se estrellara escucharon dos pequeñas explosiones.
Fuentes de la policía afirmaron que no había indicaciones de que el avión hubiera sido objeto de una acción terrorista.
Las autoridades locales informaron de que el accidente no afectó mucho a la cabina del aparato, por lo que se logró recuperar rápidamente las dos cajas negras.
Al lugar de la tragedia se trasladaron rápidamente 9 coches de bomberos, y varias ambulancias, al tiempo que se dio
la alerta para que las personas que viven en las cercanías colaborasen en esas operaciones.
El Jumbolino, también conocido como Avro RJ, es un pequeño cuatrimotor, del que la compañía Crossair utiliza dos versiones, uno con capacidad para 82 pasajeros y otro con 97 asientos.
Crossair es subsidiaria del grupo Swissair, que atraviesa dificultades financieras, y cubre las rutas entre las ciudades suizas y otros destinos en Europa.
El 10 de enero de 2000, otro aparato de la compañía, un Saab 340, se estrelló igualmente cerca de Zúrich, en un suceso que se saldó con diez muertos.
