BERLIN.- El Canciller alemán, Gerhard Schroeder, afirmó hoy que Alemania hará “todo lo necesario” para mantener en pie la coalición internacional antiterrorista y cumplir sus compromisos pero dejó claro que decidirá por si misma lo que considera “necesario”.
Schroeder hizo esta declaración en el Parlamento en respuesta al portavoz del grupo socialcristiano bávaro, Michael Glos, quien aludió a una posible intervención de soldados alemanes en Somalia o Irak.
“Lo que usted dice es peligroso, pues puede dar la impresión de que Alemania sólo está pendiente de cual será su próxima intervención”, dijo Schroeder en respuesta a Glos.
Afirmó que su principal objetivo es mantener en pie la alianza antiterrorista y que Alemania hará “lo necesario” para mantener sus compromisos, pero añadió que será también Alemania la que decida “lo que considera necesario”.
Aunque Schroeder aseguró que ningún socio pone en duda que esto sea así, “tampoco Estados Unidos”, su mensaje puede interpretarse como una crítica indirecta al presidente, George Bush, quien el lunes lanzó advertencias contra Irak.
Más explícito en sus críticas fue el vice portavoz del grupo parlamentario socialdemócrata Gernot Erler, quien en declaraciones radiofónicas advirtió que un ataque a Irak pondría fin a la alianza internacional contra el terrorismo.
Aunque la comunidad internacional tiene “gran interés” en que se reanude el programa de la ONU de control del armamento iraquí, no puede poner por ello en peligro la solidaridad de los países árabes e islámicos con la alianza internacional, dijo Erler a la emisora Inforadio Berlín.
Bush instó el lunes a Irak a que acepte el retorno de observadores y advirtió que “Afganistán es sólo el comienzo” y que aquellos que fabriquen armas de destrucción masiva “para aterrorizar a otros países responderán por ello. No puedo dejarlo más claro”.
Bagdad, por su parte, respondió que, mientras prosiga el embargo internacional impuesto al país desde hace once años, Irak se opondrá al regreso de los inspectores de armas de la ONU, que abandonaron el país en diciembre de 1998 tras ser acusados de espionaje.