PARIS.- En América Latina y el Caribe, "1,8 millones de adultos y niños viven con el VIH, incluidas las 190.000 personas que contrajeron el virus el año pasado", pero en la región hay "importantes diferencias en los niveles de la epidemia y en las tendencias de la transmisión", indica el informe anual 2001 publicado por ONUSIDA y la OMS.
El número de portadores del virus es de 1,4 millones en América Latina y de 420.000 en el Caribe, precisa el informe.
El Caribe es la región más afectada, con una tasa de prevalencia en adultos (cerca de 2%) que sólo es superada por los países de Africa subsahariana, agrega.
En América Central y el Caribe, el VIH "se transmite principalmente heterosexualmente, siendo las relaciones sexuales peligrosas y el cambio de pareja frecuente entre los jóvnenes uno de los factores más importantes" de extensión de la epidemia.
A finales de 1999, algunos países de la zona, como República Dominicana, Honduras o Panamá, "presentaban tasas de prevalencia del VIH entre adultos de por lo menos el 1%".
"La tasa de prevalencia es más baja en Bolivia, el Ecuador y otros países andinos", agrega el informe, que señala que "en Costa Rica, México, Nicaragua y algunas partes de la región andina, las relaciones sexuales entre varones son el principal modo de transmisión del VIH".
Argentina, Chile y Uruguay
En lo que respecta a Argentina, Chile y Uruguay, el principal modo de transmisión es "el consumo de drogas intravenosas", el cual desempeña también un papel importante en Brasil.
ONUSIDA acota que "los patrones de transmisión también pueden ser muy distintos dentro de los países: una advertencia de que los programas nacionales universales son insuficientes", y da el ejemplo de Colombia, donde "en las tierras altas, la mayor parte de las infecciones por el VIH se atribuyen a las relaciones sexuales entre varones sin protección, mientras que en la costa, el coito heterosexual es el principal modo de transmisión".
El programa de Naciones Unidas para el VIH-Sida señala que "el compromiso de los países para atajar la epidemia y reducir sus efectos ha aumentado de forma acusada" en la región, pero también en este caso "existen grandes disparidades en la calidad y el alcance de los programas de terapia antirretrovírica de los diferentes países".
"El amplio acceso al tratamiento que tienen las personas que viven con el VIH-Sida en países como Argentina, Brasil y Uruguay no se ha igualado todavía en otros países de las Américas", afirma ONUSIDA, que señala empero los progresos registrados en países como Costa Rica y Panamá.
El informe recalca en particular los esfuerzos de Brasil en lo que respecta a la prevención y al tratamiento a través del sistema de salud pública, que provee medicamentos a unos 105.000 brasileños.
"Diversas iniciativas regionales parecen indicar también que se está manifestando una nueva determinaicón política" en la lucha contra el sida, indica el informe, que cita la Asociación Pancaribeña contra el VIH-sida, creada en febrero de 2001, la iniciativa regional de América Central, el programa de colaboración de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay destinado a reducir los riesgos entre los consumidores de drogas, y la incorporación de los programas nacionales para el sida al plan denominado Grupo de Cooperación Técnica Horizontal, destinado a compartir la asistencia técnica y en el que participan 20 países latinoamericanos.