NUEVA YORK.- El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, comenzó este viernes una visita de cinco días a Estados Unidos, pese a exhortaciones a que permaneciese en su país tras una serie de atentados palestinos en Israel.
La radio del ejército israelí atribuyó a miembros de la comitiva de Sharon la versión de que el gobernante ha ordenado ataques de represalia en respuesta al atentado suicida realizado el jueves contra un autobús.
Tres pasajeros perecieron en el estallido además del autor del atentado, y el grupo palestino "Guerra Santa Islámica" se atribuyó la responsabilidad.
Sharon informó al enviado norteamericano Anthony Zinni acerca de sus planes de lanzar medidas de represalia, dijo la radio. Zinni, quien es un general retirado de la infantería de marina, se encuentra en la región con el propósito de reactivar un plan de tregua y allanar el camino a la realización de conversaciones de paz.
Zinni dijo el viernes que la nueva violencia no le impedirá seguir adelante con sus gestiones y que permanecerá en la región hasta haber completado su misión.
Desde su llegada aquí, esta semana, siete israelíes han muerto en ataques palestinos. Cinco responsables de atentados han perecido también, aparte de tres palestinos que fueron baleados por tropas israelíes en otros incidentes.
La explosión ocurrió inmediatamente antes de la salida de Sharon el jueves rumbo a Estados Unidos, y el gobernante consideró la posibilidad de cancelar el viaje, pero decidió luego que lo realizaría, dijeron asistentes.
Sharon llegó a Nueva York el viernes y proyecta seguir viaje a Washington el domingo para reunirse allí el lunes con el Presidente George W. Bush.
Antes de su salida, Sharon dijo que esperaba recibir de Bush garantías de que Israel recibiría un aviso anticipado en caso de que las fuerzas norteamericanas decidiesen lanzar un ataque contra Irak.
"Tenemos que coordinar definitivamente estas cosas, porque este tipo de actividad puede tener realmente consecuencias para nosotros", dijo Sharon el jueves, y añadió que Washington le había avisado con más de 48 horas de anticipación el comienzo de las operaciones militares de Estados Unidos el 7 de octubre en Afganistán.