WASHINGTON.- Mientras más fuerte aprieten el cerco las fuerzas norteamericanas y sus aliadas afganas contra los partidarios de Osama bin Laden, mayor es el peligro de bajas para el ejército estadounidense, dijo este viernes el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
El funcionario dijo que la milicia talibán y los combatientes de Al Qaeda perdían terreno, resultaban arrinconados y creaban confusión al tiempo que muchos se rendían o cambiaban de bando.
"No debe haber duda alguna de que habrá más bajas en esta campaña, en Afganistán y en otros lugares", dijo Rumsfeld en el día número 55 de la campaña norteamericana que ha afectado, pero no ha derrotado al Talibán.
La única porción sustancial de Afganistán bajo control del Talibán es la zona en torno a Kandahar, la ciudad meridional que fue cuna del movimiento radical islámico.
El general Peter Pace, de la infantería de marina, dijo en rueda de prensa conjunta con Rumsfeld que la situación no era clara en Kandahar.
"No sabemos lo que no podemos ver, que es cuántos combatientes hay dentro de la ciudad", dijo Pace. "No ha habido una ofensiva terrestre en gran escala. Sabemos que hay negociaciones entre las fuerzas de oposición y la jefatura del Talibán para la rendición".
Rumsfeld dijo que hay millares de combatientes del Talibán y Al Qaeda presos y en poder de la Alianza del Norte y otras fuerzas de oposición.
Es difícil determinar quiénes entre los prisioneros son dirigentes del Talibán y de Al Qaeda sin interrogarlos directamente, y ello expone a los interrogadores a un peligro, declaró.
"Lo que hacen es tratar de mezclarse con los otros prisioneros y no destacar", dijo Rumsfeld.
Agregó que esa fue la situación el fin de semana pasado, cuando el agente de la CIA John Spann fue asesinado mientras interrogaba a prisioneros en Mazar-e-Sharif, una ciudad controlada por la Alianza del Norte.
