JERUSALEN.- Israel teme un recrudecimiento del terrorismo a pesar de una relativa vuelta a la calma este viernes tras los atentados del jueves, que dejaron siete víctimas, cuatro israelíes y tres palestinos.
El ministro de defensa israelí Binyamin Ben Eliezer calificó la situación de "grave" e indicó que prevé "un aumento de la violencia que las organizaciones palestinas radicales usarán para boicotear la misión de mediación estadounidense del general (retirado) Anthony Zinni", dijo una fuente militar.
Zinni acusó este viernes a "grupos" violentos de intentar sabotear su misión, al día siguiente del atentado suicida en el norte de Israel que dejó cuatro muertos, incluyendo al kamikaze palestino.
"Condeno firmemente este atentado. Los grupos que se dedican a la violencia tratan claramente de que fracase mi misión", declaró Zinni.
Con estas muertes, asciende a 1.006 el número de fallecidos desde el inicio de la Intifada en septiembre del 2000, de los cuales más de 700 son palestinos.
El Presidente estadounidense George W. Bush condenó el atentado, reivindicado por el movimiento integrista palestino de la Jihad Islámica. "El Presidente comprende las dificultades y la pena que siente Israel y Estados Unidos condena este ataque", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
El segundo enviado de Estados Unidos a la región, Willian Burns, afirmó tras reunirse en Ammán con el rey jordano Abdalá II que Washington "estaba decidido a ayudar a los palestinos e israelíes no sólo a lograr un alto el fuego sino a aplicar rápidamente los planes Mitchell y Tenet".
Los dirigentes palestinos se mostraron este viernes por la noche dispuestos a adoptar ciertos "mecanismos con el fin de aplicar inmediatamente" estos dos planes y subrayaron que están dispuestos a colaborar con los enviados estadounidenses.
El plan Mitchell, que lleva el nombre del ex senador estadounidense George Mitchell, pide una interrupción de la violencia seguida de un periodo de calma y medidas destinadas a restablecer la confianza entre las dos partes para poder reanudar las negociaciones dirigidas a crear un Estado palestino.
El plan Tenet está elaborado por el jefe de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), George Tenet, y pretende lograr un alto el fuego en la región una vez cumplidos varios requisitos por ambas partes.
Por su parte, el Primer Ministro israelí Ariel Sharon, que viajó en la noche del jueves a Estados Unidos, se reunirá el lunes con Bush por tercera vez desde su elección en febrero.
"El Presidente se alegra de celebrar este encuentro y espera que contribuya a acelerar el proceso de paz y la reanudación del diálogo político para la puesta en práctica del plan Mitchell", añadió Fleischer.
A su llegada a Nueva York, Sharon aseguró que pedirá a Bush que presione a los palestinos: "Espero que Estados Unidos, cuya posición contra el terrorismo, la violencia y la incitación a la violencia es firme, presione a los palestinos para que interrumpan los atentados".
Antes de emprender viaje a Nueva York, el primer ministro acusó a Arafat de ser "el responsable directo de los atentados" contra Israel.
Por miedo a un nuevo atentado, la policía israelí permaneció este viernes en estado de alerta máxima y desplegó importantes refuerzos en Jerusalén y al norte de Tel Aviv.
En Jerusalén, 2.500 policías estuvieron presentes en todas las partes de la ciudad "para asegurar el orden con motivo de las oraciones de tercer viernes del mes del Ramadán" en la explanada de la Mezquitas en la Ciudad Antigua, precisó a la AFP el portavoz de la policía, Gil Kleiman.
Ningún incidente fue registrado en Jerusalén, pero ocho palestinos fueron heridos por pelotas de goma lanzadas por la policía israelí con el fin de reprimir una manifestación cerca de Ramalá, en Cisjordania.
Por la noche, soldados israelíes protagonizaron una incursión en los territorios palestinos en el centro de franja de Gaza y registraron 12 casas.