WASHINGTON.- El presidente estadounidense George W. Bush urgió este sábado al Congreso a aprobar un paquete de estímulo económico, un día después que cifras revisadas mostraron que la economía estadounidense registró su peor caída en una década.
En su alocución radial semanal, Bush explicó su plan para reactivar la economía, incluyendo una ayuda para quienes perdieron recientemente sus empleos y recortes de impuestos, lo que -sostuvo- ayudará a crear empleos.
"Pedí crear este paquete el 5 de octubre (...) Sin embargo, todavía estoy esperando firmar el proyecto", señaló, llamando al Congreso a aprobar un paquete lo antes posible.
El Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense cayó 1,1% anualizado en el tercer trimestre (0,3% en el segundo trimestre), registrando así su mayor descenso desde inicios de 1991, durante la recesión anterior, anunció la víspera el Departamento de Comercio.
Una primera estimación publicada a fines de octubre por el Departamento de Comercio anunciaba una disminución limitada de 0,4% del PIB de julio a setiembre.
El presidente señaló que la clave para la recuperación es su paquete de estímulo, y sostuvo que el periodo de vacaciones es "un momento para llegar a los estadounidenses que están sufriendo, para ayudarlos a tener comida en su mesa y mantener un techo sobre sus cabezas".
Urgió aprobar "asistencia inmediata" a través de beneficios por desempleo extendidos y cobertura de salud.
Bush sostuvo que la creación de empleos es clave para el desarrollo económico a largo plazo y pidió recortes de impuestos para las empresas.
Los republicanos y los demócratas están enfrentados en el Congreso sobre la mejor manera de acelerar el crecimiento.
El Senado -dominado por los demócratas- propuso un paquete de estímulo de 73.000 millones de dólares, mientras que la Cámara de Representantes -dominada por los republicanos- aprobó el mes pasado medidas por 100.000 millones de dólares.