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En medio de críticas, Pentágono realizará ensayo antimisiles

Si la prueba de 100 millones de dólares que se efectuará esta noche logra su objetivo, los próximos ensayos incorporarán técnicas más sofisticadas para, por ejemplo, tratar de confundir al misil interceptor, explicó el encargado del controvertido programa, Ronald Kadish.

01 de Diciembre de 2001 | 18:35 | EFE
WASHINGTON.- Del resultado de la prueba de hoy sobre el Pacífico depende que el Pentágono se decida a realizar otros ensayos mucho más complicados para desarrollar el controvertido plan de defensa antimisiles, pese a que no hay un acuerdo con Rusia al respecto.

El objetivo del ensayo del sistema antimisiles, que se realizará esta noche, es continuar el desarrollo del proyecto de defensa contra cohetes de largo alcance.

En esta quinta prueba, de una serie de 20 ensayos para el proyecto de defensa antimisiles, un cohete interceptor procedente del atolón de Kwajalein (islas Marshall), tratará de "destruir" a un "misil atacante" disparado desde la base aérea de Vandenberg, en California.

La prueba de hoy, en la que ambos misiles harán colisión a 144 millas (231 kilómetros) sobre el sur del Pacífico, es similar a otra realizada en julio pasado, en la que el misil interceptor logró destruir un misil "señuelo" sin carga atómica.

Si esta prueba de 100 millones de dólares logra su objetivo, los próximos ensayos incorporarán técnicas más sofisticadas para, por ejemplo, tratar de confundir al misil interceptor, explicó el encargado del controvertido programa, Ronald Kadish.

Kadish reconoció que el conjunto de pruebas, cuyo coste total ascendería a 2.000 millones de dólares, son parte del "aprendizaje" y no deben reflejar el éxito o derrota del sistema de defensa, que consiste de radares, satélites y misiles.

Consciente de la oposición de Rusia y China al sistema de defensa, Kadish, indicó que las pruebas no violan el Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM) firmado por EE.UU. y Rusia en 1972, cuyo propósito fue evitar precisamente un sistema de defensas antimisiles.

El Pentágono eliminó tres elementos del ensayo para no violar el tratado ABM, subrayó el teniente general Ronald Kadish, director de la Oficina de Defensa Balística del Pentágono.

La prueba forma parte del intento de EE.UU. de acelerar la puesta en marcha de la defensa antimisiles, que fue una promesa de campaña del presidente George W. Bush.

El general Kadish desestimó críticas de que la prueba carece de realismo y no ofrece garantías de éxito ante posibles ataques en el futuro.

Insistió en que el objetivo es poner a prueba componentes clave del sistema de defensa para perfeccionarlos posteriormente.

Las pruebas han sido objeto de críticas incluso en círculos militares ya que éstas han eliminado todo elemento de sorpresa: el misil interceptor conoce la trayectoria, procedencia y tiempo de lanzamiento del misil "atacante".

Además, según los críticos, el enemigo puede disparar más de un proyectil -como "señuelos" u otros con ojivas nucleares- para desorientar a los misiles interceptores.

Tanto la prueba de esta noche como el sistema de defensa -que costaría entre 60.000 millones y 100.000 millones de dólares, según expertos -fue puesto en tela de juicio durante una conferencia que se realiza hoy en Filadelfia (Pensilvania) sobre los peligros de una posible carrera armamentista.

Expertos consultados por EFE coincidieron en que la prueba es una pérdida de tiempo y de recursos que podrían utilizarse con más eficacia en otros proyectos de seguridad nacional.

En los atentados del 11 de septiembre, "los terroristas gastaron menos de un millón de dólares para volar las Torres Gemelas y ningún sistema de defensa nos hubiese protegido", dijo el contraalmirante retirado Eugene Carroll.

Añadió que "el enemigo puede valerse de armas menos costosas de producir y transportar para atacarnos y la prueba está en los ataques del 11 de septiembre".

El experto, ex director del Centro para la Información de Defensa (CDI), subrayó que EE.UU., en vez de seguir "un guión de Hollywood con estas pruebas...debería invertir más fondos para la protección de las fronteras, los servicios de espionaje y la colaboración mundial contra el terrorismo".

"Estos ensayos son completamente irrealistas porque nunca podremos hacer pruebas contra elementos desconocidos. En cambio, algunos se harán más ricos y el presidente Bush conseguirá apoyo político para su sistema de defensa", enfatizó.

En la conferencia en Filadelfia, a la que asisten legisladores y expertos en temas de defensa de EE.UU. y Canadá, se señalaron los peligros del "armamentismo en el espacio", donde Estados Unidos posee valiosos satélites de comunicaciones, navegación y de información meteorológica.

"Si empezamos a introducir armas en el espacio que tienen el potencial de destruir esas inversiones, entonces comenzaríamos una carrera armamentista que sólo podemos perder", advirtió Carroll en entrevista telefónica.

El senador canadiense Douglas Roche opinó que estas pruebas "envían el mensaje de que EE.UU. intenta, de forma unilateral, desarrollar su propio sistema de defensa, y esto sólo puede minar los esfuerzos por construir una arquitectura global para la paz y la seguridad mundial".