BUENOS AIRES.— El ministro de Economía Domingo Cavallo era blanco el domingo de duras críticas por el severo paquete de medidas que restringirán el libre uso de los depósitos bancarios.
Los ataques al ministro provenían no solamente de la oposición y de sectores sindicales, sino también del seno de la Unión Cívica Radical (UCR), el partido del presidente Fernando de la Rúa.
El senador electo Rodolfo Terragno, de la UCR, dijo que "el gobierno está en manos de Acción por la República (el pequeño partido centroderechista de Cavallo)" y se preguntó "qué hace falta para reconocer que esta política económica ya fracasó definitivamente".
"Nos quedamos sin crédito internacional; tenemos el riesgo país más alto del planeta; estamos tratando de parar una sangría de depósitos; hubo rebaja de sueldos, rebaja de jubilaciones y ahora no se le deja sacar a la gente el dinero del banco. Todo para pagar a los acreedores", agregó Terragno.
El diputado electo Leopoldo Moreau, de la Unión Cívica Radical, dijo que "lo que está ocurriendo en la Argentina es que estamos siendo víctimas del mesianismo del ministro Cavallo".
Agregó que "ese mesianismo pretende mantener la ficción de que un peso es un dólar y hacernos creer que de un hachazo era posible llevar al déficit cero (en las cuentas fiscales). Hace falta una mayor dinámica de la economía, más crecimiento, más inversiones".
Con las nuevas medidas -- que entre otras disposiciones, prohiben retirar de los bancos más de 250 dólares por persona y por banco para utilizar como dinero en efectivo -- "se bajaron cinco escalones más en orden a la recesión, a la contracción de la demanda, a la imposibilidad de acceder al crédito. Esto va a provocar un salto fenomenal en el desempleo".
Desde la oposición peronista, el senador electo Oscar Lamberto dijo que "el gobierno comete un grave error al restringir el uso de dinero en efectivo. A partir del lunes se va a generar un despelote (caos)".
Lamberto explicó que el proceso de bancarización de la economía y de la población, que impone de golpe el gobierno con las nuevas medidas, "implica todo un proceso cultural que lleva tiempo. Hacerlo con prepotencia y a partir del lunes es una gran equivocación".
Otro diputado peronista, Humberto Roggero, pronosticó que "estas medidas generarán mayor recesión y profundizarán la crisis económica".
El economista socialista Alejandro Rofman pronosticó que las nuevas medidas "producirán una conmoción social, ya que la gente no tiene herramientas para ingresar de golpe al sistema bancario. Haría falta un proceso de adaptación previo".
Rofman dijo que si bien la bancarización reducirá la actividad económica en negro, también producirá un importante aumento del desempleo.
Rodolfo Daer, secretario de la Confederación General del Trabajo (CGT), central sindical peronista, sostuvo que las medidas revelan el "gran autoritarismo" del ministro Cavallo. "Habrá que hacer un tremendo aprendizaje. Mañana nadie va a consumir, ya que solamente un sector reducido del pueblo está acostumbrado a manejar cheques, mientras que la tremenda mayoría de los trabajadores, con salarios paupérrimos, nunca vieron un cheque", expresó.
El economista conservador Jorge Avila pronosticó que después de los 90 días de vigencia de las medidas "la gente no volverá al sistema porque vamos a estar inmersos en la ciénaga del default (cesación de pagos) y con una herida tremenda y fatal en la confianza, estabilidad y solvencia del sistema bancario".
Horacio Liendo, asesor jurídico del ministro de economía, defendió las nuevas medidas afirmando que las restricciones "son muy leves y la intangibilidad de los depósitos está totalmente preservada. Al detenerse la corrida bancaria que se suscitó en los últimos días en el mercado local, se abaratará el crédito concedido a las empresas y no habrá más recesión por estas medidas".