CARACAS.- El Presidente venezolano, Hugo Chávez, pidió a la cúpula empresarial del país que respete el orden jurídico y apele a los canales constitucionales para plantear sus objeciones a las leyes que aprobó por decreto el pasado 13 de noviembre.
Chávez llamó ayer domingo a la central patronal Fedecámaras a que "rectifique a tiempo", en referencia a la huelga general convocada para el próximo día 10 por la cúpula empresarial.
Fedecámaras ha convocado la huelga en rechazo de la aprobación por decreto presidencial y "sin consultar" de un paquete de 49 leyes económicas, financieras y de administración pública.
El presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, reiteró el domingo que la huelga se mantiene pese a la "conversación privada" que sostuvo en la tarde con el ministro de Defensa, José Vicente Rangel.
Rangel es el coordinador de la "mesa de diálogo" instalada por el Gobierno para acordar con los sectores nacionales la puesta en marcha de las nuevas leyes.
Carmona se había negado hasta ayer a entrevistarse con Rangel, aduciendo a que es Chávez quien debería personalmente guiar la ronda de conversaciones ya que fue él quien decretó las leyes.
Chávez reprochó la actitud del empresario.
En su dominical programa de radio "Aló, Presidente", Chávez exhortó a Fedecámaras "a seguir el ejemplo" de los campesinos quienes, explicó, aunque objetan varios artículos de la nueva Ley de Tierras la "aceptan y respetan", y estudian acudir ante la Asamblea Nacional (AN) para plantear una posible revisión a la norma.
"Llamo a todos a la concordia", porque debemos entender que tiene que cumplirse el ordenamiento jurídico vigente en este país suramericano, que estrenó una nueva Carta Magna el 30 de diciembre de 1999, dijo el jefe del Estado.
La Ley de Tierras forma parte del paquete legislativo decretado por Chávez, en el marco de los poderes especiales que le concedió la AN por espacio de un año y que venció el pasado 13 de noviembre, que es rechazado por Fedecámaras y ha propiciado su enfrentamiento con el Gobierno.
La patronal condena que las normas hayan sido aprobadas "sin consultar" a los sectores afectados, y exige la enmienda de al menos 10 de las 49 leyes decretadas dado su "perjudicial corte estatista", a lo que Chávez ha respondido reiteradamente que las normas "no tienen marcha atrás", porque son la base de importantes cambios en el modelo productivo nacional.
Los 165 miembros de la AN -de los que, al menos, 101 son "chavistas"- discutirán el próximo jueves una propuesta socialcristiana de abrir un lapso jurídico o "vacatio legis" de un año a la nueva Ley de Tierras, para someterla a una revisión conjuntamente con los sectores sociales que deseen participar.
La huelga del próximo día 10, que Chávez considera una acción "política" de la cúpula empresarial en defensa de cuotas de poder que supuestamente perderá en el nuevo marco legislativo, será apoyada por los sectores agropecuario, comercial, médico, turístico, educativo y la cámara de radio.
La central obrera del país, el transporte público y de carga, e incluso la Iglesia Católica, estudian su adhesión a la protesta, mientras que el gremio de la pequeña y mediana industria se mostró en contra de la celebración del paro, pese a que reconoció su "legitimidad".
El servicio de transporte público subterráneo de Caracas, la asociación nacional de supermercados y el servicio de aduanas no se sumarán a la huelga, mientras que la asociación de líneas aéreas dejó en libertad a sus asociados para que decidan su participación.
Fedecámaras en un anuncio publicado el domingo en la prensa local pidió a los venezolanos permanecer en sus casas entre las seis de la mañana y las seis de la tarde el 10 de diciembre, para protestar "que el Gobierno viole la Constitución y niegue el derecho a la participación".
La vicepresidenta venezolana, Adinas Bastidas, llamó ayer a sus compatriotas a "salir a las calles y declarar día de júbilo" el 10 de diciembre, cuando Chávez promulgará la Ley de Tierras, una de las más criticadas por el empresariado junto a la de Registros y Notarías y las ya promulgadas leyes de Hidrocarburos y Pesca.
Para contrarrestar la huelga, Chávez ha armado una agenda que incluye la promoción de las nuevas leyes en un mensaje nacional el próximo jueves, y dos concentraciones de sus seguidores, una el día siete a las puertas del Palacio de Miraflores, la sede del Gobierno, y otra el día nueve en la céntrica Plaza Caracas.
El tradicional partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), también ha previsto el día siete celebrar la marcha "Chávez vete ya", hasta el Palacio de Miraflores.
El otrora "partido del pueblo", lo mismo que varios políticos venezolanos que ya estaban en retirada, buscan aprovechar la tensión política desatada con la resolución empresarial de llamar a la huelga para resurgir de las cenizas a las que quedó reducido con la aparición de las emergentes fuerzas "chavistas".